En silencio, como vivió al lado de su compañero de toda la vida, se fue Adelina que tal vez no supo cómo sobrellevar la ausencia de su marido.
No le fue nada fácil a “la colorada” Adelina vivir junto a Mario. “El Negro”, motorizado por los fuertes ideales que llevó con valentía hasta el día de su muerte, no hubiese sido tal si, a su lado, no hubiese estado esta mujer que nos acaba de dejar. Y las palabras precedentes no son producto de la imaginación sino confesión del mismo Mario Aguirre a quien escribe. “¿Vos sabes las que me aguantó esta mujer? Yo la adoro por eso. Solamente alguien como ella pudo bancarse todo lo que nos pasó”, solía murmurar Mario que, con los años, apreciaba en su justa dimensión la militancia de su esposa.
Deseamos que halle ahora la paz que tan difícil le resultó conseguir en vida.
Publicado por Gabriel Moretti (El Diario de Baradero)
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