
El escritor baraderense, como publicamos hace unos días, presentó su última novela en Barcelona (España) y próximamente lo hará en Argentina.
El siguiente artículo fue distribuido por la Agencia EFE y publicado en varios medios españoles

«Tacos altos», una «novela china»
El escritor argentino Federico Jeanmaire ha presentado, durante los primeros días de marzo, en Barcelona su nueva y singular obra, «Tacos altos», que él mismo ha calificado de «novela china», protagonizada por una joven de quince años con identidad cruzada, puesto que es de origen chino pero se ha criado en Argentina.
Jeanmaire, especialista en «El Quijote» que cuenta en su haber con algunos de los premios literarios más importantes de su país, ha explicado que la idea de este relato, publicado por Anagrama, surgió después de que en Argentina, en diciembre de 2013, hubiera una huelga de policías y fuerzas del orden público.
A raíz de este hecho, la gente empezó a saquear diferentes establecimientos comerciales, especialmente en el interior del país, contabilizándose una veintena de muertos, «en una suerte de guerra civil, sin fuerzas del orden».
Uno de los muertos, a pesar de que la noticia sólo apareció como breve en un par de periódicos, era un chino, al frente de un pequeño supermercado, «y en una información se decía que se había inmolado y en la otra que había sido muerto por los saqueadores».
Como desde siempre se ha interesado por todo lo chino -con el dinero que obtuvo gracias al premio Clarín viajó hasta el país asiático-, empezó a darle vueltas a una historia sobre la identidad, sobre quién es cada uno de nosotros y con un personaje que fuera originario de allí.
Amante del riesgo, pensó que la protagonista debía ser una chica china en la adolescencia, que se hubiera criado en Argentina y que desde la primera página se preguntara, «¿Soy china?», y se respondiera, «No sé».
Además, también le gusta «crear lenguas artificiales», con lo que este artefacto literario está escrito en «castellano-chino, con palabras siempre en castellano, pero con una formulación gramatical del chino».
A su juicio, esto también ocurre en «El Quijote», donde los dos personajes principales «no hablan como la gente de su época».
La novela, que no llega a las 200 páginas, está escrita sólo en presente, porque el idioma chino no conoce los tiempos verbales, con lo que «puede sonar bastante raro, pero lo raro siempre me gustó en la literatura».
La cuestión de la identidad, presente a lo largo del texto, es para Jeanmaire uno de los grandes temas universales y no ha escondido que en su cotidianeidad está muy presente puesto que trabaja de bibliotecario de noche en la Biblioteca del Congreso de Buenos Aires, donde asisten principalmente chinos y coreanos, y vive en un barrio con muchos «chinos, dominicanos, paraguayos, uruguayos y enanos».
«La literatura es el lugar para preguntarse cuestiones de este tipo, aunque el escritor no debe responderlas», ha apostillado.
En cuanto al personaje de la muchacha protagonista, ha considerado que es alguien «muy tierno, muy china, que aprende todo muy rápido, con decisiones que toma muy sorprendentes».
De ser real, podría formar parte de los chinos que están unos años en Argentina, «pero sin perder nunca su cultura. El chino que se va, nunca deja la China», ha precisado.
Militante de «El Quijote» y de que las nuevas generaciones «descubran que es un libro divertido», Federico Jeanmaire está escribiendo una nueva novela en la que los protagonistas serán un grupo de enanos que desertan de un circo.
EFE
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