El papa Francisco recordó esta semana a los 220.000 fallecidos en Hiroshima y Nagasaki y aprovechó esta efeméride para hacer un llamado a la paz respecto a todos los acontecimientos bélicos del mundo. Así, el líder de la Iglesia católica trazó un paralelismo entre estos conflictos y una «tercera guerra mundial».

En su homilía del Ángelus, el líder del Vaticano rememoró los acontecimientos que dieron fin a la Segunda Guerra Mundial e instó a rezar por las personas en Ucrania, Medio Oriente, Sudán y Myanmar.

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