Son muchos los baraderenses que conocen personalmente a Raquel Papalado quien cursó sus estudios de maestra normal en el Instituto San José de nuestra ciudad y luego continuó el profesorado.

Papalardo, que conserva relaciones y familiares en nuestra ciudad de Baradero, tuvo una destacada carrera docente en la Ciudad de Buenos Aires y que ha concluido abruptamente por razones que seguramente habrán de enorgullecerla, más allá de que tal vez le traigan algún padecimiento. El diario Página/12 publicó días atrás una nota explicando lo sucedido, texto que se publica a continuación

Echaron a la directora del Mariano Acosta

Con afán de disciplinar

El gobierno porteño separó de su cargo a Raquel Papalardo. La docente estaba en la mira del Ejecutivo desde abril, cuando denunció el amedrentamiento policial a estudiantes del colegio.

El gobierno de Horacio Rodríguez Larreta decidió separar del cargo y dejar sin ingresos hasta que se concrete su jubilación a Raquel Papalardo, la directora del Colegio Mariano Acosta que estaba en la mira del Ejecutivo porteño desde abril, cuando denunció el amedrentamiento policial a estudiantes que realizaban una clase abierta para solidarizarse con los reclamos de los docentes. “Quisieron hacer tronar el escarmiento”, graficó Papalardo a Página/12 lo que considera “un disciplinamiento”. La comunidad educativa hará mañana a las 12 un abrazo al histórico colegio ubicado en Urquiza 277, en Balvanera, para reclamar que se la mantenga en el cargo hasta fin de año.

Las presiones contra Papalardo comenzaron el 20 de abril último, cuando agentes de la policía porteña que conduce Rodríguez Larreta ingresaron al colegio para amedrentar a los estudiantes que se disponían a iniciar una clase pública sobre el conflicto derivado de la negativa del gobierno de Cambiemos a abrir la paritaria nacional docente. “Les pedí a los estudiantes que nadie pisara la vereda y los chicos entendieron, pero tener que pensar que estamos en riesgo porque está la policía amedrentando… la verdad es muy duro para una comunidad educativa de más de 150 años, que tiene detenidos desaparecidos y hoy seguimos en pie”, relató a este diario por esos días. Tras la visita policial hubo una denuncia penal del operativo por parte de un asesor tutelar y la directora quedó en la mira del Ministerio de Educación porteño a cargo de María Soledad Acuña.

Con la edad para jubilarse ya cumplida, Papalardo había presentado su renuncia condicionada en noviembre de 2015. Esta figura implica que se mantiene en el cargo mientras dura el trámite administrativo de recolección de documentos de la Anses. A fines de 2016 ya había recibido sus papeles. En ese momento dirigió un escrito al ministerio de Educación anunciando su salida del cargo con fecha del 31 de diciembre de 2017.

“Nunca respondieron a ese escrito”, contó la directora desplazada, quien en febrero recibió lo que parecía una respuesta implícita. “Se dispuso que las horas docentes que yo cumplía en el Joaquín V. González las cumpliera en el rectorado del Mariano Acosta. O sea: presenté una carta, no me la contestaron y luego centralizaron mis labores docentes en el lugar del que me estoy jubilando. Lo tomé como la respuesta del ministerio y pensé que seguiría hasta fin de año”, explicó. El viernes a última hora, sin embargo, se enteró de la decisión de poner fin a su carrera por una cédula que recibió en su casa.

La reacción de la comunidad educativa ante la decisión del gobierno PRO no se hizo esperar. Mañana al mediodía habrá un abrazo al colegio en solidaridad con Papalardo y para exigir que continúe en el cargo hasta fin de año. Referentes de la educación, sindicatos y legisladores ya le hicieron llegar su apoyo. Y los abogados de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), junto a Papalardo y la conducción del gremio, estudian alternativas para tratar de dar marcha atrás con la medida.

“Este año cumplí 40 años en la docencia”, contó la docente a Página/12, y agregó que “nunca tuve un sumario administrativo ni me separaron de un cargo”. Papalardo asumió al frente del Mariano Acosta en 2007 y antes pasó por todos los cargos del escalafón dentro del colegio. Durante su gestión como directora hizo hincapié en los derechos humanos: se homenajeó a estudiantes y profesores desaparecidos y se colocaron baldosas con sus nombres. También hubo actividades de estudiantes en temas de género y se visitaron escuelas de frontera. “Lo que pretendo es que se respeten mis derechos. En seis meses yo me iba. Esto es un ensañamiento. El mensaje es: matemos al mensajero”, cerró Papalardo, quien con la decisión del Ejecutivo porteño dejará de percibir ingresos hasta que le salga su jubilación.

 

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5 COMENTARIOS

  1. ¿matemos al mensajero? Ja.
    La conmiraron a que se jubile , por que tiene la edad.
    Y su desempeño, fue pobre.
    Hágase cargo Papalardo.
    Publicare en otros medios.
    Es necesario conocer el desacierto en la conducción del CMA , que hizo esta señora.
    El nivel de estudios bajo considerablemente.
    La mayoría de los chicos de primaria. Hizo-el que pudo- el ingreso al Pellegrini o al NCBA

  2. No fue un ejemplo de conduccion del Colegio Mariano Acosta.
    Pocos egresados han conseguido puestos dignos, después de haber concluido en ese colegio.
    Mucha » politequería «, y poca formación.
    Ojalá, con las nuevas autoridades . Vuelva a brillar intelectualmente.
    Y ser lo que fue.

  3. Traingan a Raquel a Baradero para reemplazar a alguna directora impresentable, que las hay,sobretodo en el secundario.

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