Este martes primero de agosto fue un día especial para toda la comunidad educativa del Jardín Nº905, porque después de once años de espera, dieron clases en el nuevo edificio.
La historia se remonta al año 2006 cuando luego de una tormenta el jardincito que funcionaba en el edificio antiguo del Colegio Marcos Sastre, quedó totalmente inundado y se vieron obligados a alojarse «momentáneamente» en el Jardín Nº 902, un espacio con muchas carencias. Lo temporal, por burocracia y otras yerbas, duró más de una década.
Con solo pensar que los nenes de esa época hoy ya son adolescentes, uno se da cuenta de todo lo que debieron soportar y lo importante y significativo de este nuevo edificio.
Adriana Marchesani, Directora del Jardín, habló con BTI sobre las sensaciones de este día tan esperado;
“Fue un día inolvidable la verdad, de mucha alegría, de mucha emoción, recordando cuando en el 2006 salimos como disparadas del edificio inundado sin saber adónde ir, hasta que bueno conseguimos que nos dieran el lugarcito ese donde era el Jardín 902 que se había ido hacía unos meses a su nuevo edificio. Y ahí empezó toda una maratón de angustias, porque si bien estábamos trabajando en un lugar teníamos muchas necesidades edilicias, muchísimas- es por eso que el jardín que estaba se tuvo que ir, porque ya no era adecuado el lugar- imagínate nosotras por un lado estábamos conformes porque teníamos un lugar y conformes porque era por un año- era provisorio- al menos era lo que nos aseguraban y sin embargo en abril se cumplieron once años de estar en ese lugar pasando penurias».
A pesar de tener la dirección en la cocina, que los chicos se mojen para ir al baño, hicieron de todo para que esas carencias no se notaran, recuerdo que hace unos años, quizás cansadas de esperar, con mucha buena voluntad pintaron y adaptaron ese espacio lo mejor posible;
«En ese momento fue un renacer nuestro, porque ahí era como que ya está, está todo lindo, no importa si no nos movemos pronto, estamos conformes porque pudimos por un subsidio cambiar el techo, hacer otro techo nuevo que era el techito que necesitábamos para que los chicos no se mojen al ir de la salita al baño, gestionamos un montón de cosas y las conseguimos, cambiamos un tapial que se movía, un montón de cosas que en este momento no me vienen a la mente».
¿Qué sentiste al ver a los nenes llegar a este lugar tan ansiado?
«La emoción la veníamos teniendo durante el receso escolar cuando estábamos mudándonos, nos movilizó interiormente, eso que se produce, esa emoción de que ya está y no lo podes creer y que dentro de poco ya nos mudamos y ya vienen los chicos acá. Eso es como que venimos hace unos días sintiendo pero hoy fue algo que yo no lo pensé, me pasó cuando abrí la puerta y empezaron a entrar los primeros chicos, ver esas caritas que miraban para arriba y que habrían los ojitos grandes, grandes, te juro que me quedó esa imagen grabada en la mente, porque ellos miraban para arriba y veían ese techo espectacular, esa construcción nueva, que nada se parece a donde estaban acostumbrados a estar, la verdad que fue impagable ver la expresión en los ojos de los chicos».
¿Estás feliz?
«Si, sobre todo por los nenes, ellos merecen como cualquier otro chico estar bajo un techo digno, sentirse en calentitos en el invierno, fresquitos en épocas cálidas, con comodidades, ellos se lo merecen, por eso estoy muy feliz y eternamente agradecida por la gestión que hizo este gobierno que fue el que movilizó todo para que esto se logre».
¿Por qué no se inauguró?
«En Septiembre vamos a inaugurarlo, no se puede hacerlo ahora por la veda electoral, pero por suerte nos dejaron ya estar adentro.»
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