Se le habrían constatado graves irregularidades al titular de la dependencia.
Por disposición de la jefatura del Servicio Penitenciario Provincial a partir del pasado miércoles 31 de agosto se designó al Mayor Urquijo como interventor y fue relevado de su cargo el jefe Carlos Vargas que se venía desempeñando como titular en la Unidad Penal Nº11.
La denuncia en su contra la habrían hecho los internos y también algunos empleados administrativos. Al parecer, la misma estaría fundamentada en que los internos no recibieron los haberes de los servicios prestados fuera del penal-donde trabajaron en el pre festival, en el DAKAR y en la recolección de residuos en los distintos paros que el gremio hizo- y que según la municipalidad había hecho llegar por miles de pesos al relevado jefe. Además también se lo involucraría en la venta leña y corderos a terceros y no habría constancia del montos de la ventas y del dinero recibido.
De comprobarse estas graves irregularidades que se habrían cometido se le realizaría el sumario interno correspondiente, lo darían de baja de la fuerza y también tendía que rendir cuentas a la justicia. Y por si esto fuera poco el Prefecto Carlos Vargas tendía un hijo cumpliendo una condena en la cárcel de Campana.
Fuente: Semanario la Autentica Opinión
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