
Durante la última noche de nuestro festival, minutos antes de que se produjera la presentación de Luciano Pereyra, el locutor Javier Basualdo leyó unas palabras que él mismo escribió para homenajear a Gustavo Rubén Bó de cuyo fallecimiento se conmemorará un año el próximo 30 de marzo.
Basualdo trazó una muy sentida reseña de Bó quien, con poco más de 20 años y teniendo a su cargo la dirección de Cultura municipal, rescató el festival de la negra noche en la que había caído tras la sanguinaria dictadura cívico-militar que asoló nuestra tierra entre los años 1976 – 1983.
En 1986 Gustavo y un grupo de colaboradores, volvieron a organizar el Festival de Baradero y, a partir de aquel momento, con sus más y sus menos, perdura hasta nuestros días.
Mérito de aquellos jóvenes, que por serlo precisamente necesitaban la característica osadía que posibilitó el renacer de la fiesta popular más importante y trascendente de nuestra historia, que si la medimos adecuadamente por los más de 400 años que tiene, no resulta poca cosa.
Bó mantuvo durante todos los festivales que organizó, la constante preocupación por contratar artistas de calidad y también posibilitó que pisaran el escenario «Abel Figueroa» aquellos que estaban lejos de los circuitos comerciales, pero muy cerca y también por encima del talento artístico de otros con más «cartel». Eso hizo que nuestro festival fuera reconocido como el festival alternativo, característica destacada que debiera mantenerse como un símbolo de Baradero.
Buena idea la del reconocimiento que tal vez debió haberse hecho en vida y tal vez quizás hubiera llegado, pero que impidió la tan inesperada muerte de Gustavo. El tributo habrá sido recibido con mucha emoción por su familia, allegados y amigos que siempre valoraron al justamente homenajeado.
El Diario de Baradero
Comentarios de Facebook