
Única pintura conocida de Hernandarias. Durante mucho tiempo se pensó que era Juan de Garay, pero
especialistas en el tema llegaron a la conclusión de que el retratado es Hernandarias. Para mayor
información ver “Hernandarias, primer gran estanciero criollo”
Por Alexis Urquiza
Hernandarias y Baradero.
Primera parte.
Continuando con el 406° aniversario de nuestra ciudad, desde el área de Patrimonio Histórico de la Parroquia Santiago Apóstol nos proponemos traer en varias notas a tres de los pilares fundacionales de nuestro querido Baradero: Hernando Arias de Saavedra, los
franciscanos en la figura de Fray Luis Bolaños y los pueblos originarios, quienes dieron vida a la primera comunidad que habitó nuestras tierras.
En la nota de hoy contaremos hechos destacados del fundador de Baradero.
Sus primeros años:
Hernandarias nació en el año de 1560 1 en la ciudad de Asunción.
Sus padres fueron Martín Suarez de Toledo y Doña María de Sanabria y Calderón, ambos españoles. Era el hijo mayor de 8 hermanos y tuvo también, por parte de su madre, dos medios hermanos, siendo uno de ellos Hernando de Trejo y Sanabria, obispo del Tucumán y partícipe fundamental en la creación de la Universidad de Córdoba.
Hernandarias era un criollo, un “Hijo de la tierra” como muchos lo han llamado. Su niñez transcurrió en la Asunción “madre de ciudades”, la cual fue clave para su educación y formación. Franciscanos, originarios, viejos conquistadores, europeos-
mayoritariamente españoles-, los hijos de la tierra, todos convivían allí, inmersos en ese nuevo entramado social.
Se conoce que ya de mozo comenzó a participar de distintas expediciones y en la vida política de Asunción, formándose militarmente, y profesando su fe de la mano de los franciscanos.
Rápidamente tomó un lugar de importancia y su nombre comenzó a resonar en todo el Río de la Plata.
El primer gobernador criollo.
A Hernandarias le ha quedado la gloria de ser el primer gobernador criollo del Río de la Plata. Mientras el cabildo Asunceño lo
1 Si bien hay diferencias entre algunos autores sobre el año de su nacimiento (entre 1559 y 1564) seguimos la expresado por Raúl A. Molina en su libro “Hernandarias: El Hijo de la Tierra”.
elegía interinamente para tomar el mando; el virrey en Perú, sin tener noticias de dicha elección, también lo designa oficialmente como gobernador (1598). El pueblo por un lado y la corona por otro coincidieron en distinguir la figura del criollo sobre el resto.
Fue elegido como gobernador en tres ocasiones más, siendo la de mayor interés para los baraderenses la de su cuarto gobierno (1615- 1618), cuando planifica un proyecto fundacional a la vera del Paraná, incluyendo a los originarios en el mismo.
El Fundador.
En la historia colonial temprana podemos encontrar a Hernandarias participando siempre en alguna empresa, ya sea como colaborador o estando al mando. Su espíritu conquistador lo llevó a recorrer miles de kilómetros en las tierras que hoy conforman Argentina, Paraguay, Sur de Brasil y Uruguay.
Participó en las fundaciones llevadas a cabo por Garay de Santa Fe y Buenos Aires, en la de Corrientes de inherente participación al punto de ser tratado como su real fundador 2 , en la de Concepción de
Bermejo y en varias reducciones de indios. Lo encontramos también recorriendo 250 leguas en la expedición de los césares, yendo desde Buenos Aires hasta el actual Río Negro.
2 Ver Juan Estevan Guastavino “Hernandarias fundador de Corrientes” Buenos Aires.1928
El Visionario.
Dos grandes visiones tenía Hernandarias: la geopolítica y la
misional.
La primera visión muestra al caudillo con un fuerte celo por la soberanía territorial. Hernandarias sabía que ya no alcanzaba con descubrir, sino que había que fundar para asegurar la legitimidad de los territorios. Sus extensas incursiones por los territorios del Plata, la conexión entre los mismos, el desarrollo de rutas comerciales y el
acecho de los enemigos de la corona, habían llevado a comprender la importancia de desarrollar puertos y ciudades en lugares estratégicos. De ahí que se lo ve participando junto a Garay en la fundación de Buenos Aires; sugiriendo al rey el poblamiento y
armado de un puerto en la actual Montevideo para frenar la entrada del enemigo; o proponiendo a este la fundación de ciudades en los valles cordilleranos, anticipándose, sin saberlo, en más de 200 años a futuros litigios con el país vecino.
Este “hijo de la tierra” entendía la riqueza agropecuaria del suelo que habitaba y por eso se convierte en tropero y estanciero llevando ganado desde Asunción a Buenos Aires, Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos y Uruguay. Evidentemente su proyección no era de corto plazo,
ya que no pensaba solo en fundar, sino que les proveía de herramientas a los pobladores para su sustento y desarrollo en el tiempo.
Los “Bandeirantes”, los mercaderes sin patria y el indio revelado y belicoso, fueron los grandes obstáculos que tuvo que enfrentar para llevar a cabo este proyecto.
La segunda visión fue la misional. Su celo también fue apostólico. Hernandarias ya como hombre maduro, comprendió que al indio no se lo conquistaba con la espada. Fue consciente tempranamente que era mucho el daño realizado a los originarios, no
solo por la lucha y enfermedades sino por la desintegración de las familias, llevando a los hombres a trabajos letales como el de las minas de Potosí.
Hernandarias siempre creyó en el sentido misional de la conquista, nació junto al indio y creía en él. En su visión de patria no solo lo incluye, sino que lo protege. Crea ordenanzas a favor del indio al punto de ponerse en contra a muchos españoles. El rey le da el
honorable título de “Protector de naturales”. Realiza alianzas de paz con varios caciques y de la mano de los franciscanos y jesuitas logra fusionar sus dos visiones creando reducciones de indios en lugares estratégicos.

La otra cara.
La realidad austera del Puerto de Buenos Aires a principios del siglo XVII se debe en parte por las decisiones tomadas por el gobernador Hernandarias en su falta de flexibilidad al comercio fuera de los cánones marcados por la metrópoli, cuestión que genera un
espacio de oposición a su gobierno dado, por un lado, por una real necesidad de supervivencia de los vecinos y, por el otro, una oposición política sustentada en otro “modelo económico” y en otra forma de ejercer el poder en el puerto de Buenos Aires. Estas disputas algunos autores las han hecho conocer como “Beneméritos
versus Confederados”, siendo los primeros los del bando del gobernador y descendientes de conquistadores y los segundos comerciantes mayoritariamente de origen portugués.
Políticamente Hernandarias sale de estas disputas muy perjudicado, no sólo le costará encontrar aliados y personas de confianza en el puerto, sino que un aluvión de cartas de vecinos y personas con poder quejándose de su actuar como gobernador,
empiezan a hacer sombra sobre los méritos que sobre él se tenían en el consejo de indias.
Esta puja de poder durará varios años, pero el costo fue tan alto que retira políticamente a Hernandarias del centro de la escena, relegándose a su querida Santa Fe, ya fuera de la escenario político a pasar sus últimos días.
Contrabando:
Hernandarias fue un férreo luchador contra las redes de comercio ilegal que se estaban
gestando en el puerto de Buenos Aires, especialmente en la introducción de esclavos
negros. Su lucha desigual contra el poder corrupto y su rigidez por hacer cumplir las leyes
llevó a poner en tela de juicio todo su accionar. Padeció el asesinato de un alguacil suyo,
el enjuiciamiento de otros y hasta él mismo terminó preso dejando en manos de
contrabandistas al puerto. Después de un largo litigio judicial, Hernandarias sale airoso,
pero solo en los papeles y para limpiar su nombre, porque la escena política de Buenos
Aires ya tendrá otros nombres, proyectos e intereses.
Bibliografía.
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Aranguren, Carlos M., Hernandarias, primer gran estanciero criollo del Río de la Plata, Paraná, Nueva impresora, 1963
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Figuerola, Francisco José, ¿Por qué Hernandarias?, Ed. Plus Ultra, Buenos Aires, 1981
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Las primeras reducciones franciscanas y jesuíticas: La enorme gravitación de Hernandarias de Saavedra, Taller Gráfico “San Pablo”, Buenos Aires, 1948
Rela, Walter, Hernandarias.
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Tiscornia, Ruth., Hernandarias estadista, la política económica rioplatense de principios del siglo XVII, Ed. Eudeba,Buenos Aires, 1973
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