“Que buenos colores loco”… La frase sorprendió a Gonzalo Carreras en medio de la Ceremonia Inaugural de Rio 2016. Quien hablaba era el Chapa Retegui, DT de Los Leones, el seleccionado de hockey masculino. El baraderense llevaba en sus hombros la bandera de su ciudad natal y aprobó con una tímida sonrisa.
Digamos que el Chapa Retegui está identificado con el club San Fernando, donde realizó gran parte de su trayectoria. Y digamos también que los colores verde y azul del escudo de San Fernando son los mismos que los de Baradero.
Al otro día, en el desayuno en la Villa Olímpica, el Chapa y Gonzalo se encontraron nuevamente.
Desde ese momento se formó una relación de amistad entre el DT y el integrante del K4 argentino. El Chapa le habló de su experiencia en los Juegos, ya que como jugador había estado Atlanta 96, Sídney 2000 y Atenas 2004. Además había dirigido a Las Leonas cuando consiguieron la medalla de plata en Londres 2012.
Para el baraderense era su primera experiencia olímpica y esas charlas sin dudas sirvieron para motivarlo. Con el correr de los días coincidían casi de casualidad a la hora del desayuno y siempre intercambiaban algunas palabras.
En uno de esos encuentros el Chapa le pidió la bandera: “Hoy jugamos con Holanda, no me prestás la bandera… quiero tener los colores de Sanfer cerca. Después del partido te la devuelvo”. Gonzalo aceptó sin saber que estaba naciendo una cábala. Ese día igualaron 3-3.
Una cábala que se volvió a repetir previo al choque contra Canadá. Y Argentina ganó 3-1.
Luego llegó el partido contra la India. En el desayuno el Chapa no encontró a Gonzalo. El baraderense tenía el día libre y estaba paseando con su familia. Argentina perdió 2-1 y esa noche en su habitación Gonzalo recibió la visita del Chapa. “Te pido por favor, me tenés que dar la bandera si o si antes de cada partido” imploró el DT.
Y la cábala se respetó y Argentina ya no perdió. Empato 4-4 con Alemania y le gano 3-2 a Irlanda, clasificando terceros en su zona.
Llegaron los partidos decisivos y el Chapa y Gonzalo siguieron respetando lo que a esa altura se había convertido en un ritual. Luego del desayuno y antes de cada partido el Chapa pasaba por la habitación 74 (la que ocupaba el baraderense) y se llevaba la bandera. A la noche, después de la cena, el DT se la devolvía.
Le ganaron a España 2-1 en cuartos de final. Derrotaron 5-2 a Alemania en la semifinal. Y en el partido de la consagración vencieron 4-2 a Bélgica. La selección Argentina de hockey masculino había conseguido la hazaña de ganar el oro en Rio 2016.
La historia secreta cuenta que esa noche Retegui devolvió la bandera a Gonzalo. Se abrazaron y lloraron de emoción. Se desearon suerte para el futuro y quedaron en comer algún día un asado en el club San Fernando, ese club que lleva los mismos colores que la bandera de Baradero.
(Relato de Ficción de Gastón Cvitanich, alumno del CAJ Baradero)
Centro de Actividades Juveniles Baradero
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