Hoy 21 de marzo se celebra en todo el planeta el Día Mundial del Síndrome de Down 2013, una fecha para resaltar las dificultades diarias por las que pasan las personas afectadas por esta alteración genética y para concienciar a la sociedad sobre su situación.
Una de las reivindicaciones que se quieren poner de manifiesto en un día como hoy es que el Síndome de Down no es una enfermedad, sino una condición derivada de un cromosoma extra. No obstante, las personas con Síndrome de Down están más expuestas a padecer una serie de enfermedades cardíacas y digestivas por el exceso de proteínas que genera su cuerpo.
El síndrome de Down es una condición que afecta a uno de cada 700 bebés nacidos vivos en todo el mundo, pero que al aumentar la edad de la madre se incrementa también la posibilidad de nacer con trisomía 21, aumentando hasta uno de cada 30 nacimientos en mujeres de más de 45 años. Esta condición fue descrita por primera vez por John Langdon Haydon Down, a la que debe su nombre, en 1866.
La elección de esta fecha (21/3) por parte de las Naciones Unidas no es un asunto dejado al azar, ya que el Síndome de Down viene a ser una trisomía (3) en el cromosoma 21, que da lugar a esta alteración genética. De ahí, que la propia fecha elegida para la celebración venga a ser especialmente representativa.
MENSAJE DE UN NIÑO ESPECIAL
(Con síndrome de Down)
Por Juán Carlos Hidalgo.
Dedicado a su hija y a todos los niños especiales del mundo.
Karim – Venezuela
Soy un niño especial, porque en esencia
hay en mí un cromosoma trisomado,
pero a decir verdad, la diferencia
no está en lo peculiar de mi apariencia,
sino en la candidez que Dios me ha dado.
Mucho antes de nacer, en otra esfera,
escogí mi lugar de nacimiento,
mis padres, mis hermanos y bandera,
y todo lo escogí de la manera
que tiene el celestial conocimiento.
No preciso perdón, ni penitencia,
siendo un ángel… Nací ya perdonado,
si dicen que me falta inteligencia,
tengo un don superior que es la inocencia,
y es mi arma para amar y ser amado.
En esta vida estoy siempre a la espera
de un gesto fraternal que me dé aliento,
no importa si me visto de arpillera,
si vivo en un palacio o en la vera,
cuando el amor me sirve de alimento.
Tengo en mi frágil pecho una dolencia,
mi corazón merece ser salvado,
en él no hay egoísmo, ni apetencia,
no hay odios, ni rencor, ni indiferencia,
porque a toda maldad estoy negado.
Para mi hogar fui un alma mensajera,
y traje bajo el brazo un mandamiento:
amar de corazón y sin espera
porque el amor nos salva y nos libera
de lo mortal que está en nuestro elemento.
Me bendijo el señor con la existencia,
libre de la malicia y el pecado,
yo no vine a aprender, ya que mi ciencia,
reside al interior de mi conciencia
y soy por eso muy afortunado.
Mi alma del paraíso es heredera,
soy un ángel de Dios y no es un cuento,
su bendición me alcanza dondequiera
y así puede alcanzar a quien me quiera,
pues si recibo amor, amor fomento.
Soy un niño especial y en mi ascendencia
hay un padre, que fue crucificado,
para dejar sembrada en la conciencia
de los hombres su ley y la creencia,
de que un niño es un ángel encarnado.
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