Se trata del peor temporal en treinta años. Afectó sobre todo a las favelas, donde se registraron aludes. Llovieron casi 300 milímetros en sólo 12 horas. Y la ciudad quedó virtualmente paralizada.
La desesperación de los cariocas, en una ciudad cubierta de lodo y espanto
Un temporal de lluvias, que azotó a Río de Janeiro desde la noche del lunes hasta ayer-considerado el peor desde que se toman registros hace 30 años-, sumergió a la ciudad en la parálisis y el caos, cobrándose la vida de casi 100 personas, en su mayoría habitantes de las favelas en los morros cariocas.
Según Defensa Civil, hasta anoche el número de víctimas fatales ascendía a 88, pero el Cuerpo de Bomberos aseguró que por lo menos 95 personas perdieron la vida hasta ahora. Entre las víctimas hay familias enteras, niños e incluso bebés.
El presidente de Brasil Lula da Silva «pidió a Dios» que cese la lluvia sobre la ciudad, donde se concentra la mayor cifra de víctimas mortales, y donde había riesgo de derrumbe para las viviendas precarias de los sectores más empobrecidos. La ciudad quedó literalmente sumergida en el caos: el transporte, paralizado y las clases, suspendidas.
«La humanidad no puede controlar la intemperie y cuando llueve durante más de 15 horas seguidas, como ahora, los trastornos son demasiado grandes», se atajó Lula en declaraciones a radio Tupí en Río, donde justo ayer tenía previsto visitar favelas.
«Hoy está lloviendo en Río lo que llueve en un mes, entonces que la gente se quede en casa y que quienes ya están en la calle tengan calma, porque el momento es muy serio», subrayó el mandatario.
Desde el inicio de la mañana, las autoridades estaduales y municipales pidieron a la población permanecer en sus casas y abandonarlas en el caso de las ubicadas en las favelas, consideradas áreas en riesgo por los aludes de lodo.
«La prioridad es salvar vidas y evitar más muertes. Por favor, salgan de sus casas y vayan hasta lugares seguros, aquellos que vivan en las zonas de riesgo. Quedarse allí es casi un suicidio», pidió el gobernador del Estado, Sergio Cabral. Advirtió que hay previsión de más lluvias y calculó que 10.000 casas están en peligro de caer o ser arrastradas por deslizamientos.
El temporal, considerado por los expertos como «el mayor en la historia de Río desde el inicio de las mediciones», comenzó la tarde del lunes y se intensificó por la noche y la madrugada de ayer, con ráfagas de viento de hasta 75 kilómetros por hora.
En menos de 12 horas, algunas áreas de Río acumularon cerca de 300 milímetros, cuando el volumen previsto para todo el mes de abril es de unos 140.
Con las vías principales de acceso a la ciudad inundadas, los aeropuertos sin operar y el transporte público al borde del colapso, el alcalde de la cidade maravilhosa, Eduardo Paes, criticó la falta de infraestructura frente a «un temporal de semejante magnitud».
«Si tuviera que dar una nota de uno a diez a la preparación de Río ante una situación como ésta, la nota sería inferior a cero», afirmó el alcalde.
El desastre causado por las precipitaciones alimentó el debate en torno a la precaria infraestructura de la ciudad que, dentro de cuatro años, será la sede del Mundial de Fútbol 2014 y organizará los Juegos Olímpicos de 2016.
En ese sentido, el presidente Lula desestimó el riesgo de que lluvias fuertes amenacen la celebración de partidos del Mundial y de los Juegos Olímpicos.
«No llueve todos los días, tampoco hay terremotos todos los días en Chile y Haití. Usualmente, los meses de junio y julio (cuando se realizarán las dos grandes citas deportivas) son más tranquilos. Río está preparado para recibir los Juegos Olímpicos y el Mundial con mucha tranquilidad, los mejores que habrá visto el mundo», dijo el mandatario.
Tanto Lula como Cabral destacaron que la mayor parte de las víctimas fatales de la tormenta son personas que vivían en favelas ocupadas irregularmente y se comprometieron a intensificar el esfuerzo por urbanizar las favelas.
Calles como ríos. Una vista aérea de las avenidas inundadas del barrio Lagoa Rodrigo de Freitas, de Río. Las autoridades pidieron a la población que permanezca en sus casas, y llamó a abandonarlas en el caso de que las viviendas corran riesgo de ser arrastradas por aludes de lodo en los morros.
Por: Río de Janeiro. Ap, Ansa, Efe y Afp
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