Sin duda alguna, la mayoría de quienes asistieron a la jornada festivalera del sábado por la noche, lo hicieron atraídos por la presencia de Abel Pintos quien alguna vez apareciera como el principiante jovencito bahiense que, apadrinado por León Gieco, llegó a Buenos Aires, ciudad en la que Dios atiende para, pasados los años, consagrarse como el destacado artista que es hoy.
En la misma noche subió al escenario la revelación de Baradero 2015, la joven cafayateña Jacinta Condorí quien es una más que interesante intérprete de nuestra música folklórica.
En el festival del año pasado, Condorí fue declarada revelación y en forma posterior a su actuación El Diario mantuvo un diálogo con ella. Jacinta confesó que a lo largo de los 12 meses transcurridos, su vida artística cambió notoriamente, hecho que atribuye en buena parte a su consagración local. Agregó que en todas y cada una de sus actuaciones, se presenta como cantora cafayateña y revelación de nuestro festival ya que ambas cosas, su Cafayate natal y Baradero, forman parte indisoluble de su vida artística.
Lo de revelación local lo sabemos, pero lo de cantora cafayateña queda demostrado inmediatamente que Jacinta pisa el escenario, se planta micrófono en mano y de sus cuerdas vocales sale una voz distinta, con los matices que debe tener un solista para destacarse. Su repertorio está influido por su terruño nativo y está bien que así sea ya que cuando Jacinta entona sus canciones rezuma autenticidad, cualidad nada desdeñable para todo artista.
La arenosa, de Leguizamón y Castilla, no podía faltar entre sus interpretaciones y ella, en medio del clima de alegría que supo imponer desde el escenario y que logró transmitir al público, introdujo los versos siguientes que todo aquel que ha tenido la suerte de visitar Cafayate conoce, ya que están escritos en la tapa de un gran tonel que se exhibe a la entrada de la localidad:
Moja tus pies en la arena/ y entra a esta tierra viajero,/ y bebe de ese venero/ que tiene su gente buena./ Si hay algo que te encadena/ y queda dentro de tí,/ cuando te vayas de aquí/ llévate para tu viaje/ de Cafayate el paisaje/ y este cielo calchaquí.
Son muchas, a lo largo de los años, las revelaciones de nuestro festival y han tenido suerte diversa. La figura más trascendente ha sido Roberto Rimoldi Fraga, cierto es que en otro contexto social, pero la comparación es válida en cuanto a lo que se intenta exponer aquí. Como en otros tantos órdenes de la vida, tiene mucho que ver con el destino de los artistas, además de su talento, la suerte. Los ha habido talentosos que quedaron en el olvido mientras que otros, menos dotados artísticamente, tuvieron la trascendencia esperada o casi. Jacinta Condorí tiene todas las virtudes que se necesitan para crecer, puesto que tiene juventud, fuerte presencia sobre el escenario, sabe elegir sus interpretaciones y queda muy claro que no canta por cantar sino porque en ella el canto es una necesidad expresiva.
Todo eso se le nota y mucho; esperemos que esta joven, muy talentosa y en definitiva medio hija de Baradero, tenga eso que se necesita para llegar adonde desea y merece.
El Diario de Baradero
Fotos Néstor Pérez
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