Luego de una extensa campaña que tuvo sus altibajos y una corta, pero impresionante carrera política que en muy poco tiempo lo llevó hasta lo más alto del poder, Javier Milei, el histriónico economista que años atrás era invitado a los canales de televisión para discutir con otros panelistas, asumirá este domingo la Presidencia y se convertirá en el primer mandatario nacional libertario de la historia.

De pensamiento filosóficamente anarcocapitalista, pero minarquista en la práctica, descree de la existencia del Estado y responsabiliza a la intervención del Gobierno y a la emisión monetaria por la inflación y los principales problemas actuales del país.

Es justamente por esto que se postuló prometiendo un fuerte ajuste fiscal, que incluirá una reducción del gasto, un achicamiento del Gabinete, que pasará a tener solamente 8 Ministerios, y la eliminación definitiva del Banco Central, una meta que se planteó para su gestión y que la considera “no negociable”.

Si bien, en principio, estas iniciativas podrían sonar poco atractivas, Milei supo convencer a la gran mayoría de la población de que son el camino correcto para que la Argentina pueda salir de la crisis y vuelva a crecer.

De hecho, a pesar de no considerarse político y de haber encabezado una campaña austera que se basó en mensajes en las redes sociales y recorridas por la calle, el líder de La Libertad Avanza se convirtió en el dirigente más votado desde el regreso de la democracia, al conseguir que 14.476.462 personas eligieran su boleta en el balotaje.

infobae.com

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