Este fin de semana ya está en las librerías la nueva novela del escritor baraderense Federico Jeanmaire, titulada «Amores Enanos», dicha novela fue finalista del Premio Herralde de Novelas 2016 en España, lugar a donde estará viajando Federico en estos días a presentarla en Europa.
Pertenecer tiene sus privilegios y ser coterráneos nos ha permitido charlar con este escritor considerado uno de los exponentes más importantes de la literatura latinoamericana, quien además es muy respetado en España donde sus historias tienen muchos seguidores.
¿Cómo definirías a tu nueva novela?
«Es una novela que por ahí es del estilo de «más liviano que el aire», que de «tacos altos» que fue la última, es muy divertida, está narrada por un enano, que vive adentro de un country y es una novela que uno se puede reír mucho, pero que cada tanto se pregunta ¿De qué me estoy riendo? y en ese sentido es más parecida o más liviana. Además porque también es en algún modo trágica, entonces se parece mucho creo».
¿Cuándo presentaste «Tacos Altos» acababas de terminas «Amores Enanos», hay ahora otra novela ya terminada?
«Estoy con una novela que me está costando mucho, la empecé más o menos para cuando fue lo de Baradero, tengo como seis archivos distintos abiertos y no me entusiasmo con ninguno y es una novela que supuestamente es sobre un trasplante de sexo. Debe ser por eso que me cuesta mucho escribir».
¿Comienza la promoción del libro, arrancas en Argentina o España?
«Yo me estoy yendo para Barcelona, a presentarla, voy a estar dos semanas allá. Allá salió el miércoles y por lo menos sé que ya se vendí uno, porque me mando una foto un amigo con el libro comprado. Ahora hay que ver qué es lo que piensa la crítica del libro allá y todo eso, es como un trayecto que hay que ir haciendo».
¿Hoy te importa más vender o la crítica del libro?
«Vender siempre está bien, porque es lo que te asegura que la editorial te lo quiera publicar, yo por suerte vengo normalmente bien, pero a esta altura interesan mucho más las críticas, que piensan tus pares, que piensan los críticos, que piensa la universidad de lo que haces».
Tus trabajos tienen como característica, un juego en la construcción literaria, siempre estas sorprendiendo en la manera que contas la historia, ¿cuesta no repetirse a medida que se van sumando las novelas, o el abanico de recursos es muy amplio?
«En mi caso lo que cuenta y por eso me está costando esto, es que yo no quiero repetirme y ya tengo una edad en la cual sería bastante fácil repetirse, porque uno ya tiene el oficio y yo intento hacer cosas por lo menos que sean un riesgo, que sean al menos distintas en la estructura, en las formas que toman, no creo que ya pueda cambiar mucho las cosas que me interesa decir, porque eso es lo que me importa a mí como ser humano y creo que eso no está en mi cabeza, pero sí no me gustaría repetirme en cuanto a forma y manera de escribir».
¿Y qué particularidad tiene «Amores Enanos» que vamos a descubrir al leerla?
«Esta obra está escrita por un enano, que supuestamente está preso por algo que tarda en contar digamos, le piden que escriba como un descargo, no está muy claro tampoco sí está preso o no está preso, eso queda más claro con el correr de las paginas. La particularidad que tiene es que tiene un punto de vista por una persona que mide un metro veinte y dos, y con un metro veinte y dos todo el mundo se ve distinto, entonces hace mucho hincapié en esa visión del mundo desde abajo y después tiene en lo formal una construcción que es que todo el tiempo está empezando a contar, siempre le parece que lo que contó no valía la pena contarlo y que lo que tenía que contar es lo que va a empezar a contar».
¿Cómo creaste los personajes desde tu altura o investigaste?
«Yo me acuerdo que cuando era chico conocí un enano en San Pedro- el enano Armando- y me lo seguí encontrando en Buenos Aires los primeros años que me vine a estudiar, esa fue la única relación, pero después nunca más lo volví a ver. Yo he investigado un poco, pero no mucho porque no me gusta cercenar la investigación, me gusta imaginar, entonces siempre primo más la parte de imaginación que la parte de investigación, igual he leído bastante y ahora sé un poco más de los enanos de lo que sabía antes. A mí me gusta pensarlo como una escritura de Blanca Nieve pero desde el punto de vista de uno de los enanos y esa fue la idea».
¿Alguna vez dijiste que la próxima guerra era la de la identidad, crees que con el triunfo de Trump y lo que pasa en Europa con la migración acelera esta triste mirada futurista?
«Yo creo que lamentablemente vamos hacia una guerra por la identidad, me encantaría que no fuera así sobre todo porque tengo un hijo chico que me gustaría que viviera en un mundo mucho más lindo que el que nos tocó a nosotros, pero te puedo contestar mejor cuando vuelva de España otra vez, pero yo lo estuve viendo en Marzo cuando estuve allá es que todo esto está creciendo. Y es paradójico porque por ejemplo hay muchísimas minorías que han tomado total relevancia en la cultura, sin embargo el tema de la nacionalidad es muy paradójico, porque el mundo está dando grandes pasos en la igualdad de género, pero no respecto a esto, sino todo lo contrario. Es un problema que finalmente lo va a decidir la ética personal de cada uno y los temas que se terminan decidiendo individualmente son muy complicados, porque es mucho más común que la gente no piense por sí misma, es mucho más fácil pensar en grandes movimientos de pensamientos y en Europa y por lo visto en los Estados Unidos también, el movimiento más potente es para atrás, eso es lo que pienso, ojala me equivoque».
¿Viste la película El Ciudadano Ilustre?
«Tengo un montón de amigos que me hinchan para que vaya a verla, no, no la vi, ni la pienso ver, por las dudas, me da como impresión porque sé más o menos de que va. Yo me acuerdo que en los 90 fuimos a hacer un documental a General Villegas, en General Villegas nació Manuel Puig que es uno de los grandes escritores Argentinos fallecidos y todavía la gente lo odiaba, porque él contó muchísimas cosas en su novelas que tenían nombre y apellido en General Villegas y ayer o antes ayer me encontré con una chica que fue hacer un documental hoy a General Villegas y ahora con él ya muerto el pueblo reivindica a Don Manuel, entonces en la entrada al pueblo hay un cartel con Antonio Carrizo de un lado y del otro lado esta Manuel Puig, necesito morirse el y todas sus generaciones para adquirir que el pueblo reivindique al escritor de su pueblo. Además la nueva novela que estoy escribiendo tenía ganas de que transcurra en Baradero. Así que no la pienso ver”
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