“La gente de antes de poner en marcha su artefactos de gas, principalmente los de calefacción que son los que quedan sin uso durante una gran parte del año y sabemos que eso produce un deterioro que hace que después el artefacto no funcione correctamente. Por ahí por no gastar un poquito para que le regulen o le revisen el artefacto, la gente lo prende igual, tapa las rejillas de ventilación permanente que es un sistema de seguridad que es lo que renueva le aire de los ambientes,cosas que no se deben hacer ,porque uno ahí está poniendo en riesgo su propia vida. Tienen que tener en cuenta que el monóxido de carbono es el enemigo silencioso, no te enteras, cuando te diste cuenta ya estas dormido en el suelo y te morís, no hay tutia, porque te envenena la sangre, te rompe las plaquetas.
Hay que tener mucho cuidado también con los tirajes de los calefones, de los termotanques que están en ambientes cerrados, no prender el horno de la cocina para calefacción porque es lo mismo que tener un calefactor infrarrojo y con todas las puertas cerradas. El peligro es donde hay gente grande y donde hay criaturas que son los primeros que pagan las consecuencias del monóxido.
Ante cualquier duda acudir a un gasista matriculado, pidan dos a tres presupuestos. En Baradero hay alrededor de 40, se hicieron dos o tres cursos. En definitiva el gasista si tiene la matrícula es porque está capacitado y porque es responsable, sino no se la dan.” 
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