Policía Comunal informa parte del programa Prevención desde el Aula que se llevará a cabo en el ámbito del Partido de Baradero.
ACCIDENTOLOGIA VIAL
La accidentología Vial es una de las especialidades que integran el espectro profesional de la investigación criminalística. Es la técnica que estudia el hecho accidental de tránsito y su objetivo es reconstruir las secuencias del accidente, para poder establecer sus causas y las responsabilidades que de ellas se desprenden. La aplicación de esta técnica en el hecho concreto, se sustenta en el estudio del triángulo accidentológico”, que se llama así porque es el resultado de la interacción de tres factores fundamentales:
ANALISIS DEL TRIANGULO ACCIDENTOLOGICO
El análisis del “Triángulo accidentológico” es complejo y se apoya en la ley de tránsito vigente para llegar a establecer aquellas conductas o actos que han llevado a la producción del hecho de tránsito. A cada uno de los factores que integran el triángulo accidentológico se le acredita un porcentaje de responsabilidad en la producción de un accidente, y de acuerdo a los datos estadísticos generales, el 2,5 % lo ocupa el FACTOR VEHICULAR, el 1,5 % el FACTOR AMBIENTAL y el 96% el FACTOR HUMANO.
ESTUDIO DE LOS FACTORES
- Factor Vehicular: Comprende todos aquellos aspectos estructurales y funcionales del vehículo que directa o indirectamente, tenga que ver con el suceso accidental, provocándolo o haciendo que el vehículo sea propenso al mismo. Se relacionan con el estado de la mecánica, instalación eléctrica, estructura y dispositivos en general del móvil.
- Factor Ambiental: estudia las circunstancias geográficas, meteorológicas y técnicas que abarcan al lugar del accidente, sus vías de conducción atendiendo tanto a los aspectos permanentes (estado de los caminos, demarcaciones, señales, iluminación artificial, etc.) como a los circunstanciales (estado del tiempo, horario y condiciones meteorológicas y su incidencia en la visibilidad, estabilidad etc.)
- Factor Humano: en este nivel se encuentra contenido todo lo referente a la persona que conduce.
Su observación permite establecer el estado físico del conductor, su capacidad y habilidad en el manejo y su relación con aquellos agentes externos que puedan incidir en su conducta, como por ejemplo el consumo de ALCOHOL Y DROGAS, como así también las incapacidades físicas y psíquicas patológicas y las inducidas por el efecto del cansancio.
Dentro del Factor Humano debería incluirse una manifiesta involución de la conciencia colectiva de respecto por los derechos y la integridad del prójimo, en los valores éticos del ser humano. Este aspecto nos ha llevado a reflexionar y buscar una respuesta lógica (que finalmente, no la tiene), en aquel accidente de tránsito que, lamentablemente repetido, se convierte en el inesperado final de un proyecto de vida en el que convergen todas las aspiraciones de una persona: hijo, padre, abuelo, amigo, estudiante, profesional, etc., aspiraciones que se ven truncadas de un momento a otro, por la falta de conciencia y por la pérdida del respeto por el valor de la vida que, en muchos casos condicionan a los participantes responsables de un hecho tránsito. Esta involución de los valores éticos y humanos ha ido generalizándose con el transcurso del tiempo, como signo evidente del subdesarrollo general de un país.
La incorporación del vehículo en la convivencia social, arrastró en sus comienzos, ciertas normas inspiradas por el espíritu colectivo en preservación de la seguridad de las personas, como por ejemplo, las complejas operaciones que se imponían al conductor de un vehículo al momento de cruzar una bocacalle o intersección urbana, entre las que debía DESCENDER DEL AUTOMOVIL ANTES DE LLEGAR A ELLA, GRITAR A VIVA VOZ ANUNCIANDO QUE LA IBA A CRUZAR Y EFECTUAR UN DISPARO DE ESCOPETA AL AIRE…; si actualmente pensáramos en imponer ese procedimiento, seguramente causaríamos risa, además de ser inaplicable, pero vemos claramente que en ese entonces, la vida o la integridad física de las personas tenía un valor muy importante en la sociedad, al punto de extremar recaudos, aún cuando la velocidad que alcanzaban a desarrollar los vehículos no tenían la peligrosidad es que el respeto por la vida y la integridad ajena (y también la propia), ha sido desaparecido progresivamente con cada kilómetro por hora que agregamos en el velocímetro de los tablero de nuestro modernos y veloces vehículos.
INTENTEMOS NUESTRO MEJOR DESAFIO, TRATANDO DE REDUCIR LA VELOCIDAD Y AUMENTAR NUESTRO RESPETO POR LOS DEMAS.
ESTACION DE POLICIA COMUNAL BARADERO.
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