Nunca es agradable ver un árbol caído, pero en ocasiones debe hacérselo para evitar males o avanzar con proyectos beneficiosos. En el bulevar René Simón, justo frente a la pequeña rotonda aliviadora del tránsito situada en el cruce con Malabia, fue aserrada una gran casuarina cuyos restos quedaron sobre la plazoleta. En la intención de fotografiarlos, El Diario comprobó que la base de cemento que alguna vez sustentara una placa que los vecinos de la «calle ancha» colocaran en memoria del destacado vecino Alfredo Cossi, se ha transformado en lo que fue primitivamente, un soporte y nada más. La placa, como tantas otras de nuestra ciudad, fue arrancada de su sitio y allí quedó este pedazo de cemento que a nadie dice nada, salvo a los que con varios años encima, recuerdan para qué fue colocado.
El Diario de Baradero
Comentarios de Facebook