La reconocida actriz fue fotografiada por los paparazzi a la salida de un consultorio médico en Beverly Hills, mientras llevaba una venda en la nariz.
La actriz aseguró que se había tenido que someter a un nuevo tratamiento para remover células basales cancerígenas, procedimiento que incluso le había dejado marcas rojas.
Sin embargo, una parte de la prensa estadounidense puso en duda sus afirmaciones y contaron que esa operación la había tenido en septiembre, y que desde hace varias semanas luce un apósito en la nariz por otras cuestiones.
La actriz ha sido foco de críticas, en vrias oportunidades, por sus excesos con el bisturí: «No era consciente hasta que la gente empezó a decir ‘¿Dios, qué se ha hecho?’. Tuve que ir a otro médico para deshacer muchas operaciones. Afortunadamente, ahora parezco mucho más normal«, aseguró en una entrevista en abril del año pasado.
Comentarios de Facebook