La historia de Dilan sigue generando actos solidarios. Ayer desde el servicio de pediatría solicitaban entre otras cosas un tensiometro infantil.
Específicamente, este tensiometro es igual a los que todos conocemos pero para brazos más pequeños.
Una jubilada, que siempre colaboró con este tipo de causas pero que prefiere permanecer en el anonimato sacó de su bolsillo los 85 pesos que cuesta este aparato y lo donó.
Debemos separar las cosas, por un lado destacar este acto de amor único y solidario de nuestra amiga jubilada, pero también tenemos que referirnos a la falta de compromiso de las autoridades; quienes tienen a carga la administración pública.
Es vergonzoso que desde el servicio de pediatría del hospital se le tenga que pedir a la comunidad que colabore con algo que debería tener para el estado un costo irrisorio.
Más allá de esto celebramos el ejercicio de la solidaridad que hacen estos vecinos.
El mismo grupo de personas que semanas atrás donó una heladera nueva, aseguró casi en un 90 por ciento la donación de un equipo de aire acondicionado para este sector del hospital municipal.
El ángel de Dilan sigue generando actos solidarios inigualables, esperemos que pueda despertarlos de la siesta eterna que duermen los políticos de turno.
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