
La obra está narrada desde la perspectiva de un niño y se ambienta en un bloque de apartamentos en Polonia durante los últimos años del régimen comunista. A través de una prosa cargada de humor y melancolía, Różycki presenta la vida cotidiana de los residentes del edificio, transformando las experiencias ordinarias en un fresco poético de la pobreza y la opresión de la época.
El edificio se convierte en un microcosmos donde se entrelazan historias de amistad, solidaridad y resistencia, ofreciendo una visión íntima de la vida en una comunidad marcada por las dificultades políticas y sociales. La novela destaca por su capacidad para convertir lo mundano en algo significativo, invitando al lector a reflexionar sobre la belleza y la humanidad presentes incluso en los momentos más oscuros.
Ladrones de bombillas ha sido reconocida por su estilo literario único y su profunda exploración de la memoria colectiva y la identidad en un contexto histórico complejo. La obra ha sido traducida a varios idiomas, incluyendo el español, y está disponible en la editorial Sexto Piso.
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