Hoy voy a escribir sobre un tema que indudablemente será polémico y sé perfectamente que me van a tildar desde tener una “mala madre” hasta con los calificativos más innombrables que existan, pero siento que debo dejar sentado mi punto de vista para quienes me lean hoy y para quienes busquen algún día dentro de decenas o centenas de años, en estas páginas información de cómo se pensaba y vivía en el inicio del Siglo XXI, o por lo menos cómo pensaba en lo íntimo algunos temas quien tiene en el año 2011, la responsabilidad de dirigir este matutino. Es un tema que hace días ronda mi mente. Y me moviliza hoy un cable que llega de la Agencia de Noticias NOVA, aclara la fuente que es “una caricatura” y se titula ¿Mami, qué es eso grandote que tenés ahí? La redacción de NOVA da cuenta de que “El macho Flor de la V, salió al cruce a las críticas y defendió su derecho a ser “madre”. Y se redacta “mediante un tratamiento de maternidad subrogada, el macho Florencia de la V se convirtió en “madre” hace más de quince días. El macho Flor, junto a su pareja gay, Pablo Goycochea, decidieron alquilar un vientre materno para la gestación de Isabella y Alexander. La realidad es que se escucharon diferentes opiniones tras el nacimiento de los hijos del travesti. Y luego, si bien se pensaba que el donante de espermas había sido Pablo, el matutino Libre de Editorial Perfil, confirmó el jueves pasado que el propio Flor fue quien donó los espermatozoides para la inseminación artificial. Si bien esto hasta el momento no fue confirmado por De la V, se cree que es un secreto que guardará bajo siete llaves, pese a la publicación que el diario realizó durante la semana. Lo cierto es que ante todo lo que se dice, el macho Flor usó la red social Twitter para expresar, una vez más, lo que siente: “Quiero que mis hijos crezcan en: “Una sociedad inclusiva, que reconoce, respeta y valoriza la diversidad humana”. Los dinosaurios se extinguieron hace millones de años. Abrir las cabezas y sus corazones es el camino hacia la libertad. Flor de la V”. Termina el cable simplemente así: “Sin palabras”. Pero en mi calidad de hijo de una mujer, padre de cuatro hijos nacidos de dos mujeres que nacieron de mu-jeres y, como periodista-editor de un medio de comunicaciones tengo la necesidad, que puede UD. compartir o no, de decir algunas palabras más. La humanidad tiene el derecho casi involuntario de superarse, de crecer, de evolucionar, en definitiva. La ciencia se supera, no sólo en la medicina que hoy tenemos años luz de tratamientos y drogas que nuestros padres no tuvieron y que nuestros abuelos ni soñaron. También, ayer se anunció que la NASA va a poner humanos en Marte en el año 2030. Los autos casi vuelan… y los que vuelan, ahora lo hacen más rápido que la velocidad de la luz. Toda la tecnología que hoy ya nos enferma, que es necesaria también, nos va a terminar dominando. Y es cierto que la ciencia descubrió ya no sólo como se controlan las enfermedades y los anticonceptivos modernos de control de natalidad que nuestras abuelas encargaban sólo a las naturales y sus ciclos y que nuestras madres temerosas empezaron a “probar”. También la ciencia “inventó” que ya los chicos no necesariamente podían nacer de un acto de amor entre dos seres humanos (algo positivo para quienes estaban impedidos), sino que también alteró el orden natural de la humanidad: el macho y la hembra. Es cierto amigos, los Dinosaurios desaparecieron, pero lo natural, lo que fue así creado por Dios no se alteró, aunque nos lo quieran vender como evolución.
Autor Daniel A. Vogel –
Director Diario “El Debate de Zarate”
Editorial publicación del 18-09-11
Comentarios de Facebook