
La inauguración del Monumento al Almte. Guillermo Brown, inicialmente ubicado en la esquina de calles San Martín y Bulnes, se hizo con toda la pompa necesaria ya que se trataba de un homenaje a uno de los más grandes hombres de nuestra historia.
El monumento era sencillo en su estructura, se reducía a un pedestal sobre el cual se colocó un busto del marino irlandés y, rodeándolo, se colocaron balas de cañón en desuso unidas por una gruesa cadena. Así permaneció a lo largo de muchos años hasta que se decidió trasladar el busto hasta su actual emplazamiento, en la zona del puerto frente al río Baradero. El busto fue colocado pero no así las balas y cadenas que desaparecieron de escena y no volvieron a verse.
Hace unos días, un vecino de nuestra ciudad, paseando por la zona del Parque del Este, se encontró con la parte perdida del monumento, se detuvo a fotografiarlas y nos hizo llegar las imágenes que son las que acompañan este texto.
No es cuestión de cargar las tintas contra nadie, pero sí de hacer notar que se vuelvan a utilizar o no, los elementos esparcidos entre la maleza del parque nombrado merecen un destino más decoroso.
El Diario de Baradero

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