Después de varios meses de trabajo organizativo se llevó a cabo el pasado fin de semana, viernes 2, sábado 3 y domingo 4, la Novena Misión Juvenil Diocesana, donde participaron cerca de 300 jóvenes de toda la diócesis Zarate – Campana.
Los chicos con alegría, entusiasmo y compromiso recorrieron diferentes domicilios donde dialogaron con las familias, confraternizaron entre ellos, se divirtieron, participar de las misas y otras acuidades, partiendo el domingo por la tarde plenos y felices.
María Ana Carraro, trabajó en la comisión organizadora y está trabajando con los jóvenes de la parroquia Santiago Apóstol, BTI habló con ella quien nos contó sobre esta linda experiencia:
¿Cómo estuvo el encuentro?
“Realmente salió todo muy lindo, una experiencia hermosa, todos los jóvenes que vinieron se fueron muy contento porque se sintieron muy bien atendidos por toda la ciudad de Baradero, a esas casas que fueron a golpear y que fueron recibidos y también por todo el esfuerzo que hizo la comisión de atenderlos y de darles lugar para dormir. El clima estuvo frío pero como decía el padre Atilio se sintió el calor del espíritu Santo, la verdad que el día sábado estuvo frio, pero por suerte apareció el sol y no impidió las actividades».
¿Cuántos chicos llegaron?
«Llegaron 245 chicos de distintas ciudades de la diócesis de Zárate – Campana, algunos llegaron el viernes pero durante todo el sábado estuvimos recibiendo chicos, porque los papás no los podían traer y se fueron sumando hasta último momento».
¿Qué recepción tuvieron los jóvenes en las casas?
«El padre Atilio nos contaba que muchas familias les trasmitieron que linda experiencia y eso es lo que quiero resaltar que estos tres días fueron un puntapié inicial para toda la tarea que queda en Baradero, que no sean solos esos tres días, los chicos en las casas haciendo un relevamiento que eso se reparte entre la parroquia Santiago Apóstol y la parroquia de Lujan, entonces van a seguir visitando a esas familias, van a seguir rezando juntos por todo esto que es transmitir el mensaje de Jesús, así que para nosotros el trabajo comienza.
Los chicos llevaban una estampita, llevaban un rosario, hacían la oración y el estudio del evangelio y también ellos les contaban a las familias que los recibían su experiencia y con esto que dice el papa no dejen de soñar, hagan lio en las diócesis y te conmueve escuchar sus testimonios, de decir yo estaba mal y un día sentí la necesidad de acercarme a la parroquia de mi ciudad y hoy estoy en otra ciudad a la que me gustaría volver y eso es maravilloso realmente».
¿Cómo se desarrollaron el resto de las actividades programadas?
«El día sábado, a las 22 horas se hicieron en el Ateneo San José eventos con juegos, videos, canciones para que ellos expresen toda su alegría y su energía.
La misa de clausura estaba en el marco de dar ministerio donde ascendían a cuatro seminaristas y también se trajo la luz de Belén que esa luz fue repartida con una velita a cada uno de los chicos que habían venido a hacer la misión y el municipio le entregó al monseñor Sarlinga la orden del Baradero en manos del señor Oliveri y el obispo le entrega un recordatorio por la 9na misión juvenil diocesana y por toda la ayuda que también brindo la municipalidad».
¿María Ana, aquel chico/a que tenga ganas de participar como lo puede hacer?
«Nosotros en el Santiago Apóstol nos reunimos los domingos a las 9 de la mañana en el Ateneo parroquial, no sabría decirte en la parroquia de Lujan, por ahí Baradero tiene un bache con la juventud, un espacio más que llenar y acompañar de tantas cosas que hay que hacer- de visitar instituciones, de escuchar a los enfermos- porque son realidades de nuestra ciudad, de nuestras parroquias y esta bueno que no todo sea de diez. Detrás del chico tiene que haber un adulto acompañando, alguien que lo guie, a lo mejor este es el puntapié para algo lindo que se viene gestando y ojala así sea.”
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