Mauricio Macri se aseguró el control total del PRO y dejó afuera a Patricia Bullrich. La ministra había acordado presidir la asamblea partidaria, pero el ex presidente consiguió los votos para que ese lugar lo ocupe Martín Yeza.
Macri tomó liderazgo del PRO para intentar evitar que Javier Milei se degluta al partido. Parece una tarea difícil: los libertarios amenazan incluso la hegemonía en la Ciudad.
«Lo que Mauricio no ve es que Milei se los va llevando de a uno, todos los días entre alguien del PRO en Nación. Cuando se dé cuenta no le va a quedar nadie», bromeó un dirigente que abandonó el macrismo meses atrás.
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