“Andate con Macri, Scioli o con quien se te ocurra, me importa un carajo, pero salí de al lado de ese hijo de puta que viene por nosotros”. Esas habrían sido las palabras del magnate del juego, Cristóbal López, a un intendente que hasta hace poco pertenecía al Frente Renovador y que terminó yéndose de ese armado.
La furia del empresario es por la embestida de Sergio Massa contra el juego de azar y su proyecto de estatización.
Los bingos y casinos se convirtieron en la era kirchnerista en un negocio suculento y con importantes retribuciones a la política y para muchos dirigentes es una caja de financiamiento inagotable.
Si a alguien beneficio este negocio es al empresario Cristóbal López, quien amasó una fortuna enorme a base de bingos y casinos de su propiedad. López sería la razón de muchas de las deserciones que sufrió Sergio Massa en su armado político.
Sucede que son públicas las intenciones del candidato presidencial de estatizar las salas de juegos de azar y esto encendió las alarmas en el empresario K y sus socios.
Tal es así que salieron a la luz, contado por él mismo a su gente para justificar su decisión, los dichos del zar del juego a uno de los intendentes que hace poco anunció su salida del massismo “Andate con Macri, Scioli o con quien se te ocurra, me importa un carajo, pero salí de al lado de ese hijo de puta (por Sergio Massa) que viene por nosotros”. Hay que recordar que López y sus “lobbistas” mantienen contacto muy fluido con los intendentes y responsables políticos de los distritos de todo el país donde tiene intereses, de ahí la reunión con este intendente.
Por lo tanto sería la embestida de Massa contra el juego el real motivo de las deserciones sufridas por el ex intendente de Tigre, no el caso del “Lole” Reutemann que fue una cuestión puramente política, pero si el caso, por ejemplo, de los intendente bonaerenses y con esa misma fórmula estaría ya influyendo en otros distritos del país.
Es que la decisión política de estatizar las salas de juegos de azar va contra los poderosos intereses de unos cuantos empresarios contratistas del Estado que ven con preocupación que un eventual avance contra los objetivos de López puede desembocar en que después les toque a ellos y se investigue a fondo cuestiones como la obra pública. A partir de esto y según varios analistas, surge la intención de polarizar entre Daniel Scioli y Mauricio Macri, dos aliados de los empresarios de ambos rubros y quienes, según ellos, representan la continuidad de ciertos negocios.
Un asesor político muy reconocido comentó al respecto que “si bien venía hablando del tema, desde el acto en Vélez, (donde lanzó su candidatura presidencial) Massa fue mucho más duro con temas como la corrupción y el juego, no se si será por su juventud o porque Scioli es kirchnerismo y Macri empresariado, pero según un estudio que hicimos a Massa es a quien más le cree la gente en la lucha contra la corrupción”.
Envalentonado por estos datos, uno de los dirigentes más relevantes del Frente Renovador remarcó que “Sergio no se baja ni se rinde, esto (la salida de Guistozzi) está hecho a propósito, responde a otros intereses, no es casualidad que haya sido después de Vélez, donde no quisimos que trascendiera pero hasta nos operaban para que no llenemos el estadio y donde algunos hicieron cosas para no dejar en evidencia que no tenían el poder político que decían tener en la movilización o porque respondían a intereses ocultos” dijo este dirigente y finalizó “ahora el desafío es que Sergio escuche, se de un baño de humildad y que los genios de la comunicación que tiene al lado puedan hacerle llegar a la gente que más allá de ciertas cosas de la política, Sergio es el único que enfrenta a la corrupción y a los poderes económicos y mediáticos que buscan prevalecer a partir de diciembre del 2015″.
La cuestión esencialmente mediática excede el enojo de Cristóbal López y si bien no parece ético es legal y cierto que tanto Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires como Mauricio Macri en la Ciudad, al tener una gestión todos los días pueden “inaugurar” algo y estar siempre en los medios, sin contar con los beneficios que significa contar con los fondos de una administración pero Sergio Massa, siempre fue consciente de eso y su estrategia política fue instalar agenda en problemáticas como la corrupción, la inseguridad, la inflación y este que le trajo tantos problemas, la lucha contra los juegos de azar.
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