
Hacía varios días que me venía preparando para el evento. Horarios, arreglos personales, elección de ropa, combinación de colores, zapatos, etc.
Sería una noche muy especial.
Reencuentro con la literatura, mi pasión, con personas con intereses similares y lo más importante:
El encuentro con el autor.
Allí estuve aquel sábado cuando anochecía, media hora antes del horario fijado. Yo soy así, puntual casi en exceso.
Reencuentro con mucha gente querida, Eugenia y su esposo Triki Farina, Roberto Rivadeneira y Nilda, Pupi…. volver al mundo de quienes gustan de las letras, ávidos de descubrir qué guardaba ese nuevo libro que su propio autor nos presentaría.
¡La maldita pandemia nos había hecho esperar dos años!
La espera era aún mayor.
El salón del Centro cultural comenzó a poblarse de conocidos, gente de diferentes edades, jóvenes curiosos seguramente de mantener esa “Conversación con Hugo Pezzini”, ese es el nombre del autor.
Mi amigo Hugo Pezzini.
De repente el bullicio cesó.
Era él que se acercaba al escenario.
Suspenso.
Y allí apareció desde detrás del auditorio muy elegante completando su atuendo con una especie de chalina roja sobre su hombro derecho que por su textura parecía de alpaca, la que no tardó en deslizarse hasta el suelo y ser juguete de una hermosa gatita que habita el lugar.
Creo que no fue casual que ese dulce animalito acompañara a Hugo en ese momento.
Sincronía.
Yo para entonces dejé de ver la audiencia ya que ocupaba la primera fila, la charla se desarrolló de forma muy amena.
Lo presentó formalmente Nani Righini y luego Pupi quien también se refirió a la obra en representación de SADE Baradero
Hugo narró muchos eventos de su vida, hasta sus cuatro matrimonios. Lo que acompañó con un pensamiento en voz alta acerca de que, en ese aspecto, la reunión se había convertido en su propia catarsis.
Entre la audiencia estaba Nidia, su primera novia, y él hizo referencia al primer beso en la ambulancia. ¡Para detalles hay que leer el libro!
¡No le ví la cara, pero supongo que Nidia ya no se ruboriza porque sabe a lo que se expone asistiendo a las conversaciones con Hugo!
Hasta le preguntó si había venido sola y le sugirió que tenía una linda cabaña… Una humorada muy de Hugo. ??
Habló de su experiencia emigratoria, “que para emigrar hay que morir para volver a nacer…en el nuevo país”.
Su primera emigración a Brasil atraído por el movimiento “Tropicalia”, sus experiencias como diseñador de modas junto a su primera esposa, su posterior emigración a Estados Unido, su trabajo de modelo para sostener sus estudios en la universidad, en fin, ¡tocó tantos temas!
Pupi estaba muy preocupada porque él se posesionaba tanto en su expresión que parecía que traspasaría el límite del escenario y terminaría en el piso. No sucedió.
Hubo muchas preguntas; de Leandro Ducret, sentado bien cerca del escenario, de otro señor que nunca se supo quién era, pero con mucho conocimiento literario y de estilos, y de diversos asistentes a la presentación.
Ya pasadas tres largas horas, que en realidad volaron, se decidió dar por terminada la conversación.
Fue el momento en que quienes habían adquirido el libro “Del Lado De Allá”, se acercaron para que fueran autografiados.
Una velada para el recuerdo.
Que se extendió en una reunión gastronómica en “Los Angelitos” entre quienes tuve el gusto de contarme.
El lugar tiene la bohemia justa para terminar una noche como esa.
Mi vivencia desde el lado de acá.
Que se repita pronto.
Lili Gramaccioli
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