
Tras una emotiva ceremonia celebrada el día sábado en la Parroquia Nuestra Sra. De Luján, el baraderense y tan conocido por todos, Carlitos Roselló fue ordenado Diácono.
Su vocación de servir a los demás, siempre profesando la palabra de Dios ha comenzado desde hace ya varios años. “Cuando tenía 21 años, frente a la imagen de la Virgen de Luján en la Basílica”, explicó.
Vale destacar que este tipo de nombramiento es realizado por primera vez en nuestra ciudad. Es de suma importancia dado que es el tercer grado del sacramento del orden, luego del episcopado y del presbiterado.
“Voy a estar solamente en la Parroquia Ntra. Sra. de Luján”, destacó. Hecho sumamente importante si consideramos los innumerables cambios que ha tenido nuestra ciudad en lo que respecta a lo sacerdotal y más aún considerando que en días más el Padre Amondaray se alejará de la misma.

Una enorme cantidad de fieles lo acompañaron en su nombramiento
Entre las facultades que a partir de ahora tendrá, “Carlitos” enumeró: “las decisiones, asistir en los casamientos, bautismos, y cómo lo indica la palabra diácono, ayudar a quién esté arreglando el altar, preparar el altar”.
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