Reconocida en el ambiente por su carrera periodística, especializada en la temática previsional, Mirta Tundis se involucró en la política y en el año 2013 fue elegida diputada de la nación con el Frente Renovador, cargo por el que fue reelegida en 2017.
Luego de participar de la campaña del Frente de Todos en 2019 y tras los resultados electorales favorables, Mirta recibió serios cuestionamientos por una medida del gobierno del presidente Alberto Fernández, relacionada con la movilidad jubilatoria.
Tundis, con pasado en el noticiero del Trece, TN, columnas radiales y programa propio en la señal Metro, se alejó de la escena pública y se creyó que esa decisión estaba vinculada al comienzo conflictivo de la gestión Fernández.
Sin embargo, Mirta estaba atravesando otro problema mucho más dramático y complejo, relacionado consu salud. Este viernes, por fin se decidió a hablar del tema en Los ángeles de la mañana (El Trece, lunes a viernes a las 11).
«Primero quiero decir que no me escondí, solo me preservé», aclaró Mirta del otro lado de la comunicación, dando cuenta de lo mal que le cayeron todas las versiones que se tejieron acerca de su situación.
«En diciembre me sentía muy mal, cansada, como agotada. La campaña había sido muy dura y pensé que era solo cansancio. Mi gastritis crónica había recrudecido. Entonces fui al gastroenterólogo, me hice una endoscopía en diciembre y ahí salta que los estudios me habían dado todos mal«, contó la periodista.
Luego explicó: «Yo tengo una enfermedad de base, el factor VIII Von Willebrand, que no formo plaquetas en momentos de estrés, me lleno de hematomas y más. Yo estaba tan cansada de la campaña y los ataques en las redes sociales que dije ‘basta'».
«Me fui a San Clemente, que es mi lugar en el mundo, con Ana, mi mamá. Pero me la pasaba durmiendo. Estaba muy cansada y descompuesta. No tenía fortaleza para nada, nunca fui a la playa ni al centro, lo único que quería era dormir», relató Mirta sobre sus primeros síntomas, resume Clarin.com.
Y agregó: «El 20 de diciembre volví a mi casa porque me sentía muy mal y me hice todos los estudios. Después volví a ir a San Clemente para los carnavales pero apenas llegué, un sábado, me llama mi hijo para avisarme que tenía que volverme a Buenos Aires porque el hematólogo me derivaba a otro médico que me tenía que ver ese mismo martes. Eso fue en marzo, yahí empezó todo…».
En ese momento, Mirta llegó por primera vez a la palabra tan temida: cáncer. Una situación que enfrentó primero con mucha angustia y luego con entereza, revelando que el relato de Federico Bal (coincidente con el de ella) le sirvió mucho para salir adelante.
«Se me vino el mundo abajo. Me preguntaba ‘¿por qué otra vez a mí, por qué tantos golpes en mi vida, por qué tener un cáncer?'», se lamentó Tundis, quien en el año 2015 contó que sufrió violencia de género por parte de su marido.
«Es un linfoma de bazo y médula… Cuando te dicen que te tienen que hacer una punción ya empezás a temblar. Yo venía bajando de peso también. El diagnóstico me lo dieron muy rápido, me preguntaron si tenía alguna pregunta y me quedé muda. Pensé que se terminaba mi vida, mis hijos, mis nietos…», comentó Mirta en uno de los tramos más fuertes de su testimonio.
«Yo me sentía agotada, lo único que quería era estar en la cama. Pero nunca pensé que iba a ser por ese problema. Para que te des una idea lo menos que se puede tener son 150 mil plaquetas y llegué a tener 23 mil», explicó la diputada, que en marzo recibió las primeras sesiones de quimioterapia.
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