Llegan de otros lugares con una tarea a desarrollar: misionar; y la hacen con el entusiasmo propio de los jóvenes. Otra vez están entre nosotros los chicos que se dedican a llevar la palabra de Cristo y a anunciar que una vida mejor puede ser vivida siguiendo el camino por él señalado. Cuando los veamos, sepamos valorar su trabajo, recordemos que han dejado de lado horas de ocio para dedicarlas al servicio de sus semejantes haciendo lo que estiman importante y veamos en ellos la esperanza que toda juventud implica.
El Diario los fotografió cuando, a las puertas de la Iglesia Nuestra Sra. de Luján, partían hacia la zona rural para almorzar para retomar, poco más tarde, su noble tarea.
El Diario de Baradero
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