Juan Bautista Cabral nació el 24 de junio de 1789 en Saladas, Corrientes, Argentina. Era zambo, hijo de José Jacinto de origen guaraní, y de Carmen Robledo, de ascendencia africana, que estaban en situación de esclavitud al servicio del estanciero Luis Cabral, quien dio el apellido para que Juan Bautista Robledo pudiera enrolarse en el ejército.

La biografía que del Sargento Cabral hace la página oficial de la Escuela de Suboficiales del Ejército que lleva su nombre https://esesc.ejercito.mil.ar/?p=biografia nos cuenta:

«A fines de 1812, Juan Bautista Cabral se incorporó al ejército en un contingente reclutado por el gobernador de Corrientes, Toribio de Luzuriaga. Fueron 89 correntinos reclutados para sumarse al ejército de Granaderos a Caballo, los llevaron en barco hasta la ciudad de Santa Fe. Ahí 20 ya estaban enfermos y unos 70 parten a caballo hasta Buenos Aires. De esos 70 llegan 50 y empieza a haber deserciones, con lo cual sólo 16 llegaron a Buenos Aires, entre ellos Juan Bautista Cabral.

Por su capacidad de montar, en el año 1813, Juan Bautista Cabral, fue enviado al escuadrón del Regimiento de Granaderos a Caballo en Buenos Aires, donde combatiría contra los realistas en el famoso “Combate de San Lorenzo”.

Implementando una táctica militar de ataque envolvente, San Martín dió inicio al combate. Una bala hirió a su caballo, cayendo y apretando una de las piernas del entonces coronel, dejándolo inmovilizado. Un enemigo se apresuró a atacarlo, y en ese momento apareció el soldado Juan Bautista Baigorria, quien se interpuso y mató al soldado realista. En ese mismo momento, Juan Bautista Cabral corrió a su auxilio para liberar a su jefe del caballo muerto que lo aprisionaba, salvándole la vida. En aquel accionar nuestro granadero correntino recibe dos heridas mortales y en sus últimos suspiros gritó con entereza: ¡Muero contento! Hemos batido al enemigo. Cabral tuvo que ser curado, por lo que fue llevado al convento de San Lorenzo, donde luego de dos horas muere repitiendo las mismas palabras mencionadas en combate.

Luego de la muerte de nuestro granadero, obtuvo el grado de sargento en mérito a su valentía y su importante labor en el cumplimiento de la misión para su nación.

San Martín creó un modesto cenotafio en memoria al sargento Juan Bautista Cabral, en el antiguo campo santo del convento San Carlos. A su regreso a Buenos Aires, mandó a colocar en la parte exterior y sobre la puerta de entrada del cuartel de Granaderos, un tablero oval con la inscripción: “Al soldado Juan Bautista Cabral. Muerto en la acción de San Lorenzo el 3 de febrero de 1813. Sus compañeros le tributan esta memoria”.

Una vez finalizado el combate, y por expresa disposición del general San Martín, todas las tardes al pasarle lista a la tropa del Regimiento de Granaderos a Caballo, se nombraba al sargento juan bautista cabral, donde el sargento más antiguo dando el presente respondía: «Murió en el campo de honor pero vive en nuestros corazones, ¡Viva la Patria granaderos!». Esas palabras se repetían a viva voz por el resto del escuadrón.»

 

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