«Cuando un amigo se va, lo primero que uno siente es una gran pena, una gran tristeza», resumió Carlos Heller, quien acompañara a Alegre como vicepresidente durante los diez años que dirigió los destinos del club.

En ese sentido, destacó en una entrevista televisiva que compartieron el mando del club «en un momento difícil», en el que se tomaron «grandes responsabilidades».
 
Antonio Alegre fue presidente de Boca de 1985 a 1995, cuando lo sucedió Mauricio Macri.

La presidencia la ejerció junto a su mano derecha y vice, Carlos Heller.

Nacido el 13 de agosto de 1924, cuando asumió el club se encontraba en bancarrota total, con resultados deportivos paupérrimos y una situación administrativa por demás preocupante.

A punto tal que a la seguidilla de juicios se le sumaba la clausura por problemas edilicios de la mítica Bombonera.

A nivel deportivo, Boca no pudo durante esa gestión ganar muchos títulos importantes, aunque en la faz económica pudo cumplir su palabra y entregar un club ordenado a su sucesor.

La Supercopa de 1989, Recopa Sudamericana de 1990, Copa Master de Supercopa de 1992, la Copa de Oro Nicolás Leoz de 1993 y el Torneo Apertura de 1992 fueron los títulos logrados.

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