Alberto Olmedo se inspiró en algunos de sus amigos de su Rosario natal para componer a varios de sus inmortales personajes. Así, ‘el negro’ tomó el nombre de ‘Chiquito’ Reyes para crear a un marido que no sospechaba ni por asomo de las infidelidades de su mujer.
Otro de los amigos a los que Olmedo ‘homenajeó’ fue Rogelio Roldán, quien dio nombre a, seguramente, uno de los personajes más queridos y recordados por los seguidores de ‘No toca botón’, aquel mítico programa de TV de los 80.
Roldán, en el sketch, era un empleado explotado por su jefe, un alemán malhumorado, y que huía de las garras seductoras de la esposa de un millonario empresario, encarnadas por Susana Romero.
Rogelio Roldán volvió este martes (29/1) a la memoria de los argentinos por el fallecimiento del personaje real, quien murió el lunes tras padecer una larga enfermedad, según trascendió.
Rogelio ‘Lalo’ Roldán era propietario de una funeraria en Mar del Plata, donde fueron velados los restos del mayor capocómico argentino tras su trágico fallecimiento en esa ciudad en 1988.
Según recordó su hijo, Marcelo, Olmedo solía pasar las fiestas junto a su gran amigo. Más de una vez habían bromeado con el jingle: «Funeraria Roldán, donde los muertos contentos van».
Marcelo Olmedo reveló que ‘Lalo’ y los 5 hijos del humorista brindaron con una botella de vino francés alrededor del féretro el día de su muerte.
Roldán estaba casado con Mercedes Inés García y tuvo 2 hijos.
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