Tiempo atrás nos ocupamos de anunciar la inminente puesta en funcionamiento de un nuevo semáforo en nuestra ciudad; se trata del que se encuentra ubicado en la intersección de las calles Aráoz y Gazcón y que aún no está funcionando.
Se ha advertido que cuando un rodado circula por Aráoz, máxime si se trata de alguien que no es un habitante de nuestra ciudad, la frondosidad de dos ligustros disciplinados sitos sobre Aráoz casi Gazcón, impiden la vista del artefacto. Esto provoca que quien por allí circule se encuentre con el semáforo ante su vista recién cuando falten escasos metros para llegar al cruce de calles con el peligro que eso implica. Por fortuna la solución es rápida y fácil: se trata de podar adecuadamente los árboles para que la vista resulte despejada de obstáculos o, para ser más ejecutivos y como ha trascendido, habrá que sacar las plantas que estorban la visión.
El Diario
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