La Plata, 9 Ago (Por InfoGEI).-En conmemoración del Día de San Cayetano, monseñor Eduardo García presidió la misa de inauguración de la capilla que lleva el nombre del «Padre de la Providencia» en Isidro Casanova, La Matanza.

Según reporta El1Digital, durante la ceremonia, que contó con la presencia de dirigentes sindicales, organizaciones sociales de la UTEP, organismos de derechos humanos y trabajadores despedidos de Medamax, García expresó su profunda preocupación por la situación actual.

Monseñor García también habló sobre esos «gritos invisibles» que reflejan la desesperación humana y buscan despertar la sensibilidad social. «Los chicos en situación de calle claman por una oportunidad de futuro», sostuvo. «Los ancianos que buscan un lugar donde dormir calentitos, después de haber trabajado toda su vida, también son un grito que exige una respuesta inmediata al fracaso social», lamentó.

El Obispo matancero describió cómo “muchas personas están abandonadas a su suerte, pidiendo ayuda con la poca dignidad que les queda”, y denunció «una estructura nefasta y estafadora» que perpetúa esta situación.

Indiferencia

Además, mencionó a quienes empujan carros en busca de algo que les permita sobrevivir un día más, destacando que «la rutina y la costumbre han hecho que pasemos junto a ellos sin reconocer su lucha diaria por la dignidad y el sustento».

Gritos que resuenan

El dignatario subrayó que estos «gritos mudos» resuenan en la conciencia de una sociedad que ha abandonado a los más vulnerables. «Los pobres, los que están en situación de calle, los jubilados, los sin dignidad no son una maceta rota que hay que esconder para que no afeen la avenida central», enfatizó. «Ellos son un recordatorio de un futuro que ya es presente», señaló.

«El pueblo no quiere limosna»

García también subrayó que «el pueblo no quiere pan regalado como limosna», sino «un trabajo digno». «Sin trabajo, no hay pan, no hay educación, no hay vida digna», sentenció. Advirtió que la falta de un empleo digno fomenta la violencia entre los más pobres y recordó las palabras de los curas que trabajan en barrios populares, quienes expresan «el grito más angustioso de muchos argentinos».

Teléfono para la CGT

El obispo destacó que la crisis social y la precarización laboral están causando problemas comunitarios de diversa índole, y que la creación de empleo es un camino ineludible. «Muchas personas de nuestros barrios populares vivían de la construcción o de changas que ya no existen», comentó. «Y muchos trabajadores de cooperativas dadas de baja han caído en la indigencia», agregó. (InfoGEI)Ac

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