Por Camila Patané
El Sábado pasado se dieron a conocer las listas que competirán, tanto a nivel local como provincial y nacional, en las próximas elecciones legislativas. Al ponerme a analizar cada una de las 7 listas que se conocieron en la ciudad noté que 6 de ellas son encabezadas por hombres. ¿Por qué? ¿Por qué no apostar a una mujer como cabeza de lista?
Desde el año 2017 rige en el país una normativa para que en cada lista para cargos de representación política haya un 50 por ciento de mujeres candidatas. En ese momento, Fabiana Túñez quien fue Directora Ejecutiva del Instituto Nacional de las Mujeres comentó que “estaban dando pasos concretos para hacer realidad la igualdad de oportunidades y derechos entre varones y mujeres en el país”. Pero… ¿Se pudo concretar realmente la igualdad de oportunidades entre varones y mujeres en términos políticos?
Si me lo preguntan a mí, no dudo en decir que “no”.
Si bien en la presentación de listas se puede ver que a partir del 2017 la mitad de los nombres lo componen las mujeres, no todas de ellas terminan teniendo participación.
Es decir, al momento en el que “se tengan que ver los pingos en la cancha”, la mujer vuelve a ocupar el lugar que tuvo desde antes de 2016 en la política: casi nulo.
Deseo que para las próximas elecciones los partidos políticos recapaciten en que las mujeres también pueden ser cabeza de lista y romper ese maldito “techo de cristal” que hace que no puedan ocupar posiciones de poder. Porque no somos solamente un porcentaje que hace cumplir la “paridad de género” sino que afortunadamente desde hace un tiempo se empezó a notar que también tenemos voz (y por supuesto, muchas cosas por decir).

Comentarios de Facebook