La Selección Argentina cayó por penales ante Chile en la final de la Copa América disputada en el Estadio Nacional de Santiago. Fue 4-1 en la instancia desde los 12 pasos, luego de haber igualado 0-0 en los 120 minutos reglamentarios.
Otra vez la Argentina se quedó con las manos vacías. Parece increíble que este grupo de grandes figuras no pueda quedarse con un título. Como hace ya casi un año de aquella final del mundo, la selección se queda otra vez a pasos de conseguir una alegría tras 22 años de sequía.
Fue un partido incómodo desde el arranque para la albiceleste. Chile se mostró desde los primeros minutos con la tenencia de pelota y la paciencia necesaria para poder controlar el partido. El equipo dirigido por el Tata se plantó en el campo de otra manera con respecto a los dos últimos partidos. Se lo vio más retrasado, dispuesto a esperar, sin presionar la salida de Chile que manejó la pelota desde su área con mucha facilidad.
Si bien el local con su planteo dominó a la Argentina, fueron pocas las situaciones con las que contó para abrir el marcador. Un tiro de Vidal que Chiquito Romero se encargó de resolver y algunos otros remates de Vargas que se fueron desviados.
La selección tampoco tuvo demasiadas ocasiones. Quizás las más claras fueron el cabezazo del Kun, tras un centro de Messi que Bravo salvó sobre la línea y el remate sobre el final del Pocho Lavezzi, que había ingresado en lugar de Ángel Di María, quien sufrió una lesión promediando los veinte minutos de juego.
En el complemento nada cambió. Argentina siguió siendo ese equipo partido que mostró un mediocampo totalmente desconectado con sus delanteros, con el Kun Agüero sólo arriba para intentar resolver algo y un Messi muy retrasado que no lograba meterse en el partido.
Al igual que en la primera etapa, fueron pocas las situaciones de riesgo para ambos lados. Alexis desaprovechó su oportunidad tras una desatención de la defensa argentina, y el Pipita Higuaín no pudo cerrar la buena combinación de Messi con Lavezzi cuando quedaban segundos para el final.
La prórroga fue más de lo mismo. Aunque siempre se vio mejor a Chile, que contó con una muy clara en los pies de Alexis, tras una pifia de Mascherano, que definió por arriba del travesaño.
En los penales fue todo de Chile. Fernández, Vidal, Aranguiz y Alexis no fallaron. Messi convirtió para la albiceleste, pero Higuaín la tiró por arriba como en el rugby y Banega se la entregó en las manos al arquero.
Y otra vez la misma sensación. Tristeza de haberse quedado con las manos vacías cuando parecía que esta era la oportunidad, que no se podía escapar.
María Luz Fucci
Periodista Deportivo
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