En la mañana del domingo, en la olla de la rotonda fue capturada otra Yarará, la cual se muestra en la fotografía que se distribuyó rápidamente en las redes sociales.
La crecida del río, inundó su hábitat natural y las serpientes salen en busca de terreno firme para seguir viviendo. Este descontrol climático provoca que las víboras que generalmente no vemos en otros momentos hoy ocupen espacios y sean un peligro para todos los que se acercan a esta zona a disfrutar de una paseo recreativo.
Por lo tanto la mejor recomendación es mantenerse alejado de zonas con pastos altos, tener cuidado con los troncos, piedras, camalotes y de ser posible cambiar de hábitos hasta que se normalice esta situación.
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