El lunes último por la tarde llegó Pablo Romero desde Brasil, más precisamente de la ciudad de Itaipava, a la que había viajado días atrás para asistir a un encuentro de artesanos ceramistas de todo el mundo a los que Pablo provee de sus ya afamados bruñidores.
Pablo llevó una buena cantidad de sus famosas herramientas, pero no satisfacieron la demanda por lo que, una vez más, regresó contento pero comprometido a fabricar nuevos bruñidores para cumplir con los pedidos que cada vez son más.
En Brasil se dictaron cursos de aprendizaje y perfeccionamiento y, entre varios otros, asistió la destacada artista norteamericana Jennifer McCurdy quien no conocía los artefactos fabricados por Romero. Verlos, quedar sorprendida y encargarle varios a Pablo fue una sola cosa y, como se aprecia en las fotos, comenzó de inmediato a utilizarlos.
Pablo Romero comenzó hace años tallando pequeñas esculturas en barras de tiza, luego talló figuras en ¡minas de lápiz! Viajó y se radicó durante unos años con su familia a la localidad chubutense de Las Plumas, en la Patagonia dejó enseñanzas de computación e ideas distintas en los chicos de esa localidad de la que regresó y comenzó, poco a poco, a inventar los bruñidores sabiendo que los ceramistas necesitaban un instrumento de ese tipo. Pablo se dio cuenta que no existía en el mercado y comenzó a fabricarlos, primero de a poco y ahora, si bien no los tiene en la cantidad anhelada, ya que producirlos sigue siendo un trabajo artesanal, puede ofrecerlos en le mercado local y mundial con una continuidad que le permite una comercialización razonable.
Se concluye que los bruñidores «Choique» son un producto netamente artesanal creado por la inventiva de un baraderense, Pablo Romero, artista difícil de encasillar y que cada tanto nos asombra con alguna de sus creaciones.
El Diario de Baradero
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