Después de tantas idas y vueltas parecía que la noche del jueves iba a ser histórica para el fútbol de nuestro país. Luego de 35 años se votaba por un nuevo presidente de la Asociación del Fútbol Argentino. Pero de ser un hecho que iba a marcar un quiebre para el mundo futbolero, pasó a ser un nuevo papelón de la AFA.
Por un lado Luis Segura, actual presidente de esta entidad, por el otro, Marcelo Tinelli. La cuestión era fácil. Con 75 votos era más que claro que debía haber un ganador.
Pero nada de eso ocurrió. Luego del recuento final la cifra fue de 38 votos para cada candidato, haciendo un total de 76, cuando eran 75 los asambleístas. Alfredo Dagna, presidente de Olimpo, fue el encargado de explicar lo insólito de todo esto. En un sobre había dos boletas pegadas, y de ahí el empate.
El papelón ya estaba. La incógnita era qué medidas se iban a tomar dadas estas condiciones. Cuando se crei que iba a haber una nueva votación, surgió otro inconveniente. Julio Koropeski representante de Crucero del Norte y Ángel Lozano de Excursionistas ya se habían retirado del predio de Ezeiza, por lo tanto no se podía realizar la elección nuevamente.
Después de más de una hora de dudas, discusiones y controversias, Luis Segura tomó la palabra y dijo: “Nos encontramos ante una situación insólita. El resultado había sido 38 a 37, no sabemos a favor de quién. O sea que fue prácticamente un empate. Vamos a pasar a un cuarto intermedio ajustado a lo que indica el estatuto”.
Ante las palabras de Segura y las de Tinelli, que tampoco podía entender lo que había ocurrido, quedaron establecidas dos posibilidades. La conformación de una única lista entre ambos candidatos o una nueva fecha para realizar las elecciones.
Con todo este marco, es difícil prever lo que puede llegar a suceder de aquí a los próximos días. Pero lo que si está claro es que nadie podrá olvidar una jornada tan bochornosa y vergonzosa como la que se vivió la noche del jueves en Ezeiza.
María Luz Fucci
Periodista Deportivo
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