Las balas de cañón y cadenas que formaban parte del monumento al Almirante Brown, que fueron retiradas cuando se remodelo la Plazoleta San Martín, aun se encuentran tiradas en el patio interno del municipio.
Quienes estuvieron a cargo de las tareas desde la municipalidad, prometieron que las mismas serian reubicadas en el Paseo del Puerto, teniendo en cuenta que la calle costera lleva el nombre del Almirante. Han pasado varios meses y las balas de cañón que tanto les costó conseguir a aquella comisión que construyó el monumento siguen durmiendo, a la espera de que alguien les dé un nuevo destino. Que esperemos sea el prometido y no una chatarrería.
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