Primero de noviembre, mañana lluviosa. El gris envolvía nuestra ciudad y caía, se desplomaba parte de las paredes del portuario.
Todo acompañaba para que el corazón de muchísimos Baraderenses palpitara alocadamente por lo que había ocurrido.
Parte de nuestra historia se había derrumbado.
Fue tan profundo mi dolor, que no me permitió escribir nada. Ahora que los días pasaron una luz se fue encendiendo en mi interior.
Ésta me impulsó a escribir en el papel algunos conceptos que sé que a muchos agradará y tal vez a otros no.
Tengo que expresar lo que a mí me producía ese lugar.
El portuario, una de las últimas imágenes de Jorge Luis Borges; se dan cuenta ustedes, el lugar que el gran escritor visitaba! Él venía a Baradero y se detenía en ese lugar para qué? por qué? Pertenece a la mente creativa de todo genio.
Amaba ese lugar, lo identificaba como algo suyo.
Con motivo del centenario de su nacimiento y el bajo lema “La última mirada de Borges”, el portuario fue el lugar indicado para el acto. El día 19 de noviembre de 1998, mañana hermosa, con muchísimo público, con delegaciones escolares, autoridades, amigos y parientes lejanos del gran escritor se inició este acto. El cerebro de este homenaje fue Jorge Cavatorta que junto a Aida Nebia amiga del escritor, el delegado de la sociedad argentina de escritores el señor Alberto Carranza Fontanini, el señor intendente municipal Don Pedro Carossi y quien escribe fuimos los responsables de tan digno acto.
Se descubrió una placa sencilla pero que era un jalón para nuestro acervo cultural. La niña Carolina Rocca del colegio San José recitó Jacinto Chiclana letra de nuestro amado escritor.
El coro del colegio Marcos Sastre interpretaron tres canciones dirigida por el profesor Walter Mandel.
Se recibieron adhesiones importantes desde el Adolfo Bio Casares hasta la fundación Kodama pasando por un listado muy numeroso de de autores y sociedades artísticas y culturales.
Mientras tanto en el portuario se abrió en su interior una exposición colectiva de fotos, comentarios, poesías y material histórico de Borges en Baradero y en el mundo.
Fue un acto inolvidable.
¿No sé cuantos lo merecían?
A partir de allí se iniciarían actividades para transformarlo en un pequeño centro cultural.
¿Qué nos paso? ¿Qué nos pasa? Que caminamos indiferentes sin que nada nos motive.
Donde están las manifestaciones culturales Baraderenses? ¿Donde están los que luchan por ver crecer nuestra ciudad? ¿Se les permite manifestarse? Se les brindan lugares para desarrollar su Creatividad? Cuidamos de nuestro acervo cultural? Para mí no porque si así fuera no se hubiera caído el Portuario ni se tocarían edificios históricos para destruir nuestro patrimonio cultural. Pensemos, vamos a actuar para hacer de este Baradero una ciudad mejor entre todos. No miremos al costado.
En junio la autentica opinión en la columna de “historia del teatro” salía una nota del portuario. El primero de noviembre caía empujado por la falta de mantenimiento y la despreocupación de cuidar un lugar tan emblemático que más de una ciudad querría tener. Nosotros tenemos el privilegio y no hacemos nada.
A movernos a dejar la inercia, a trabajar todos juntos para nuestra cultura y nuestros lugares culturales no sean destruidos.
Maria Griselda Esconjaureguy
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