La Opinión entrevistó a la pediatra Francisca Urrutia para conocer qué es la pubertad precoz y qué sucede si no se trata a tiempo. La profesional, además, manifestó preocupación por los factores ambientales que inciden en la suba de casos.

Esta semana en Radio Cuarentena, la pediatra Francisca Urrutia brindó detalles sobre la pubertad precoz y la importancia de la detección temprana. La definió como “el desarrollo precoz de los caracteres sexuales en los chicos y las chicas, y decimos que es precoz porque se da antes de una edad estipulada como normal”.

“Estamos notando post pandemia muchísimos casos, más que nada de niñas, que comienzan su desarrollo sexual antes de los 8 años, es decir, antes de la edad razonable en la cual nuestro cuerpo está preparado para lograrlo”,

explicó la pediatra.

La pubertad precoz impide lograr una talla final óptima y tiene implicancias psicológicas, ya que las niñas comienzan a menstruar a edades en las que no están preparadas emocionalmente para hacerlo.

“Se da también en los varones, pero no tan frecuentemente como en las nenas. Y la verdad que es una situación muy compleja”, detalló Urrutia y pidió a los padres estar atentos a las señales y acudir a controles anuales.

“Si tu hija mujer antes de los 8 años empieza con desarrollo, con la telarca, que es el comienzo del aumento de las mamas, y otros cambios, como transpirar con un olor diferente, tiene vellos axilares, tener vellos en la región del pubis, ver que hay flujo, que se mancha la bombacha, que empiezan a tener más ‘olor a pata’”, puntualizó.

Sobre las causas, la pediatra explicó que, si bien puede darse por cuestiones orgánicas, preocupa a los profesionales la incidencia de factores ambientales: “Hay múltiples factores, hay causas orgánicas, alteraciones hormonales, tumorales, y ahora lo que estamos viendo es el consumo externo de estrógenos, las dietas, los cambios de alimentación, las pantallas, los cosméticos”.

Suceder sucedió siempre, aseguró Urrutia. Sin embargo, las formas de vida y alimentación han cambiado. “La mayoría de los productos que comemos vienen modificados, hay hormonas hay dentro de los productos que consumimos. En las nenas, los cosméticos, que se pintan las uñas, que es divertido, pero cuando se da en forma permanente puede aumentar el riesgo”.

En ese sentido, también destacó que el aumento del tejido graso es otro de los factores. “La grasa se metaboliza y puede provocar la producción de hormonas. Con la pandemia, el aumento del sedentarismo, de comidas, la obesidad es otra de las cuestiones donde está haciendo foco la pediatría”, dijo.

En los últimas semanas, fueron varias las familias, que no cuentan con cobertura médica, que se comunicaron con La Opinión para pedir colaboración para reunir el dinero necesario para el tratamiento, que es costoso y debe comenzar lo antes posible.

Uno de esos casos es el de la nieta de Angelina, una abuela de Río Tala que puso a disposición su número de cuenta para quienes puedan colaborar. La niña fue diagnosticada en el Centro de Salud, donde advirtieron que tenía una estructura ósea que se correspondía a una niña de mayor edad en una radiografía de mano.

“Lo importante es diagnosticarlo de forma precoz. La idea del tratamiento es frenar ese desarrollo, permitir a esa niña seguir creciendo y lograr una menstruación después de los 11 o 12 años, que emocionalmente está más preparada para soportar esta situación y mejorar la talla. Menstruar es el cierre de los cartílagos, el crecimiento a nivel de los huesos largos. La talla se detiene”, explicó Urrutia.

El aumento exponencial de pubertad precoz en niños y niñas preocupa a los pediatras sampedrinos, que advierten un incremento en la cantidad de casos que llegan a los consultorios. “No es para asustarse, sino para que las mamás estén atentas, vean a sus hijas, las controlen, charlen y está bueno hacer un control anual, en chicas y chicos”, sugirió la pediatra en Radio Cuarentena.

Por otro lado, también recomendó una alimentación saludable: “Incorporar verduras, frutas, carnes, cereales, reducir harinas, lácteos, enlatados; comer sano, que no se acostumbren a comer galletitas, que se acostumbren a comer cereales, a llevar frutas al colegio, tratar de bajar eso y hacer actividad física, aire libre”.

laopinionsemanario

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