La educación sexual integral resulta clave.

El aumento del 42% en los casos de sífilis es alarmante y parece estar vinculado a cambios en los hábitos sexuales de jóvenes de entre 15 y 34 años. Esta enfermedad, que alguna vez se consideró controlada, ha experimentado un resurgimiento debido a la falta de uso de protección, una menor educación sexual y el crecimiento de prácticas sexuales más riesgosas.

El diagnóstico temprano y el tratamiento con antibióticos siguen siendo efectivos, pero es crucial reforzar las campañas de prevención, educación y la promoción del uso del preservativo para frenar este aumento. La educación sexual integral es fundamental para generar conciencia entre los jóvenes sobre las consecuencias de las infecciones de transmisión sexual (ITS).

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