Tres médicos del hospital Santojanni fueron procesados por «homicidio culposo» por el nacimiento de un bebé muerto ya que en el centro asistencial no había anestesistas para someter a la madre a una cesárea de urgencia.
El procesamiento, dictado por el juez de Instrucción Luis Rodríguez con intervención del fiscal Sandro Abraldes, reivindica que un hospital «debe contar con un servicio de guardia permanente activo las 24 horas del día y entre otros profesionales debe incluirse ineludiblemente a un anestesista«.
La trágica historia derivó en el nacimiento sin vida del bebé concebido por Vicente Claudio De Simone y Marcela Suárez, una pareja de bajos recursos económicos que se atendió en el Santojanni para el alumbramiento del niño, prematuro y con rotura de bolsa en el séptimo mes de gestación.
Los hechos comenzaron el 7 de febrero de 2008, cuando la mujer rompió bolsa y acudió a la Clínica Maternal de Lomas de Zamora, «donde le fue indicado que debía internarse ya que el niño era prematuro y los pulmones del bebé aún debían madurar».
El fallo explica que «por motivos económicos, (la pareja) no podía solventar los gastos que la internación en dicha clínica irrogaba y que por consejo del médico tratante se trasladaron al Hospital Santojanni».
A las cinco de la mañana del 10 de febrero, Suárez «tuvo una contracción y se constató que en el apósito puesto había restos de meconio, por lo que de inmediato la trasladaron a la sala de parto» para una operación de cesárea de urgencia.
Pero esa práctica médica no se realizó «por ausencia de anestesistas», que aparecieron una hora después, trasladados por el SAME desde el Hospital Tornú.
Ya era tarde: el bebé nació muerto y, para peor, Suárez «al despertarse de la cesárea observó a un bebé sin vida en una cuna, el que presentaba sus uñitas moradas y sus labios muy oscuros».
En una resolución de 46 páginas, el juez Rodríguez destacó: «Nos hallamos frente a una situación en la cual los dos anestesistas que obliga la norma legal brillaron por su ausencia, debiéndose por ende responsabilizar a los profesionales imputados por no haber adoptado los mínimos recaudos para procurar la presencia de todos los especialistas necesarios para conformar el equipo profesional de médicos con que debe contar un Departamento de Urgencias«.
«La ausencia de anestesistas en el hospital público impidió completar el equipo quirúrgico, lo que agudizó el cuadro de la paciente, provocando la muerte del niño», sostuvo el juez.
Cada uno de los tres médicos sufrió un embargo de 200.069,67 pesos.
Ninguno de los tres fue detenido, ya que el procesamiento no incluye la prisión preventiva.
Fuente: DyN
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