Raúl Lavié dejó muy en claro que los realities no son lo suyo. El cantante asombró con sus durísimas declaraciones sobre La Voz Argentina, el reality que terminó el domingo último, por Telefe.

“Las plataformas en sí no me gustan porque sabemos perfectamente que son un producto televisivo que tiene que tener sus polémicas, si no la gente no lo miraría”, opinó Lavié en diálogo con Juan Etchegoyen.Cuando le preguntaron si en ese tipo de concursos «lo que menos importa» es que alguien «cante bien», sin dudar, contestó: “Claro. En definitiva, el que lo lleva al triunfo es el público, pero nosotros sabemos que el público de pronto se maneja a través de los sentimientos y de lo que está viendo, pero eso no te da la carta de que sos el mejor”.

En esa misma línea de pensamiento, Raúl Lavié consideró que el hecho de ser consagrado como ganador de La Voz Argentina por el voto de los televidentes «tampoco te da la cosa suficiente para triunfar en el mundo».

«Es una puesta en escena. El año que viene habrá otro concurso de La Voz y saldrá otro chico. Y tal vez, del otro chico nadie se acuerde”, sostuvo.

Y a propósito de las próximas ediciones de La Voz Argentina, Lavié aseguró que no aceptaría trabajar como coach -la tarea que en esta última edición hicieron Montaner, Lali, Soledad y Mau y Ricky- en el caso de que fuera convocado. Y añadió que tampoco integraría el jurado de otro certamen por el estilo.

¿El motivo de su negativa? Él mismo lo explicó: «No puedo defenestrar a un chico diciéndole ‘cantás mal, necesitás otra cosa, te falta mucho'», señaló. «Yo sólo sé que no sé nada”, subrayó.

Respecto de los concursos de canto, Raúl Lavié, nacido en la provincia de Santa Fe, en 1937, sabe de qué se tratan por experiencia propia. Según contó, se presentó en uno de ellos cuando tenía 17 años y el resultado no resultó alentador ni le hizo a honor a lo que luego fue su exitosísima carrera como cantante.

“Fui a un concurso en una iglesia del barrio porque me llevaron mis amigos a la fuerza, canté y salí cuarto. Pero resulta que eran cuatro los que quedaron, o sea que quedé último”, recordó, y se largó a reír.

Por ese motivo, evocó, lo echaron de la orquesta en la que participaba ya que “el director artístico consideró que no servía para cantar”. Sin embargo, pocos meses después, firmó su primer contrato al llegar a Buenos Aires tras haber dado una prueba de canto.

“Entonces, yo digo, ¿cómo es posible que en 300 kilómetros yo cantaba mal y acá soy bárbaro? Y ahí nació mi carrera artística”, dijo.

ratingcero.com

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