
Es urgente que se tomen medidas para restaurar el orden y fortalecer la presencia del estado en Baradero. Algunas acciones clave incluyen aumentar la presencia policial de manera preventiva, no temeraria, pero también es fundamental reforzar la infraestructura pública y, sobre todo, mejorar la organización y participación comunitaria. La colaboración activa de los vecinos es esencial para generar un entorno más seguro y cohesionado, donde la comunidad participe en la vigilancia, el mantenimiento de espacios públicos y el respeto de las normas de convivencia. Solo con un esfuerzo colectivo el municipio podrá recuperar su capacidad de actuar en beneficio de la seguridad y el bienestar de sus habitantes.
No obstante, una preocupación importante es el impacto que algunas decisiones pueden tener sobre la autoridad local. La llegada de una fiscal externa para recibir denuncias anónimas puede verse como un desprestigio a la credibilidad de las fuerzas de seguridad, fiscalías y del propio municipio. ¿No es esto una forma de desacreditar a las autoridades locales, poniendo en duda su honestidad? En lugar de fortalecer la confianza y el control local, este tipo de decisiones puede socavar la legitimidad de las instituciones y profundizar la crisis de autoridad.
La reconstrucción del estado municipal debe basarse en un esfuerzo conjunto que refuerce las instituciones locales y potencie la participación ciudadana. Solo mediante un compromiso real de la comunidad, junto con la transparencia y honestidad en la gestión, será posible revertir la situación actual y devolver a Baradero el orden y la cohesión que tanto necesita.
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