En reiteradas ocasiones los medios de comunicación locales, se ocuparon del enorme pozo que se había producido en la esquina de las calles San Martín y bulevar Florentino Ameghino. Ayer, una cuadrilla municipal puso manos a la obra y comenzaron las tareas de reparación que no son para nada sencillas, no desde lo técnico, sino desde lo estrictamente «físico».
El pavimento se había hundido porque debajo había agua acumulada ya que por ese lugar pasan cañerías de desagües cloacales y pluviales; precisamente de éstos últimos se rajaron cuatro caños que comenzaron a perder líquido mojando la tierra bajo la losa de hormigón del pavimento.
Meses atrás se intentó una reparación rápida y medio «por arriba» que terminó sin dar el resultado esperado. Todo se complicó ya que la esquina es aquella usada para doblar por los camiones cargados que van hacia la calle Rafael Obligado y los ejes descargan buena parte de su peso en ese lugar, además de darle al conjunto de neumáticos un cierto sentido de rotación en el mismo lugar que tiende a desgranar el cemento.
Ayer se procedió a romper la losa, excavar, maquinaria mediante hasta llegar a los caños rotos que serán reemplazados por nuevos. Luego se colocará tosca, cemento y agua que, al solidificarse, formará un subsuelo sumamente compacto y resistente para finalizar construyendo una nueva losa que, se supone en esta oportunidad, tendrá la resistencia suficiente para soportar el peso que recibe.
Gabriel Moretti (El Diario)
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