Comenzó lentamente ayer y continua hoy la limpieza del palacio municipal.
Computadoras y sillas derretidas, expedientes mojados o quemados, maderas y telas tiznadas, los empleados municipales lentamente los van depositando en volquetes o camiones.
Por otro sector se esta trasladando lo que quedo en pie para tratar de volver a brindar algunos servicios y recuperar la “normalidad” perdida después del domingo trágico.
Las imágenes hablan por si solas, todavía duelen mas que cuando ardían las llamas.
Un municipio que tratara de volver de las cenizas, como lo tendremos que hacer todos los vecinos luego de tanto dolor, tanta bronca, tanto fuego.
Nos quieren hacer creer que fue una «pueblada» y en realidad fue el accionar de unos inadaptados que aprovecharon la ocasión para hacer estos destrozos que perjudican a toda la cuidad. EL DOLOR NO JUSTIFICA LA VIOLENCIA