La venta de Darío Cvitanich al Ajax de Holanda, fue la transacción mas importante en la historia deportiva del Club Banfield. Gracias a esto y la constancia en el reclamo de los derechos de formación por parte de dirigentes, como el caso de Jose V. Panzero por Atlético y la Comisión Directiva del Club Bernardino Rivadavia, permitieron que después de algunos años la FIFA obligara al club holandés a pagar un dinero que hoy ya está en las arcas de ambos clubes baraderenses.
Atlético cobró más de 40000 Euros y Rivadavia más de 21000, de este monto se debe descontar el porcentaje correspondiente al abogado que realizó todos los tramites y el resto, una cifra importante, será volcado en beneficio de los clubes antes mencionados, marcando un precedente en el futbol local.
Gracias al talento, la capacidad y la entrega de Darío, hoy como «efectos colaterales» le permiten a dos clubes locales poder proyectar alguna obra que de otra manera seria muy complicada de llevar adelante.
Ismael Vergara, Presidente del Club Rivadavia habló con BTI y nos contó que «El Fortín» de la estación, utilizará este dinero en la reparación de la sede social
“Ya ambos Clubes hemos tenido la suerte, después de tanto tiempo de pelearla, de que el Ajax nos haya podido depositar el dinero, fue una larga pelea que gracias a Dios y al Dr. Rubiola que se movió mucho, hoy las instituciones pudimos cobrar una buena suma de dinero en Euros.
Nosotros cobramos 21. 250 Euros, transformados en pesos nos quedaron 234 mil pesos, menos las comisiones que te saca el banco nos quedaron 233 mil pesos y el 30 % que le corresponde al abogado, eso es lo que más nos duele, pero la peleo y la peleo mucho y logró que los Clubes al final hayamos percibido ese dinero que tan bien nos viene.
Con la Comisión Directiva hemos decidido destinar ese dinero a la refacción de la sede social, él salón de fiestas y un techo de la cocina que ya ha empezado a construirse. Reacondicionar el salón nos permitirá poder alquilarlo para cumpleaños o casamientos y eso nos dejaría un ingreso de dinero sumamente importante que nos permita continuar con el normal desarrollo en lo deportivo para que sigan apareciendo nuevos Cvitanich.
Hay que mejorar el salón y la sede tiene que quedar a la altura de lo que lo que el Club Rivadavia se merece, tanta gente trabajó para que el barrio tenga su sede y que sirva para cumplir la función social que tanto pregonaron los dirigentes que la soñaron ahí en esa zona tan particular de la comunidad.
Quiero agradecer a todos y muy especialmente a Ezequiel Alasia que está trabajando muy bien, el grupo que tiene en las inferiores, vos ves los chicos él entusiasmo y lo que han adelantado nuestros pibes y eso es muy importante para que continúen apareciendo los Cvitanich, a Leo Giles, .Juan Gimenez, a Catarata que le pone todas la pilas y es un chico más y a todos los que de alguna manera continúan trabajando para ser cada vez más grande a este monstruo que es el popular fortín del barrio de la estación.”
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