
El rock volvió a la localidad de Baradero pero no lo hizo solo. El festival, que ya es un clásico, este año contó con una gran variedad de muestras artísticas que fueron desde show circenses en la entrada, hasta un puesto de glitter completamente gratuito. Durante el viernes feriado, el predio del Anfiteatro Municipal abrió sus puertas a las 15 y cientos de personas que se encontraban esperando en los alrededores comenzaron a ingresar para vivir lo que sería la primera jornada del evento.
Esta vez a los escenarios Este y Oeste, ubicados dentro del predio, se sumó el Escenario del Barranco, alojado por fuera del Anfiteatro en una de las calles aledañas cerradas para la ocasión. Además, otra de las novedades de la octava edición del Rock en Baradero fue que cada persona podía ser parte de la gran muestra artística ya que en las paredes del ingreso se podía escribir y dibujar con tizas, lo que a su vez desembocaba en miles y miles de selfies para redes sociales.
En lo que respecta a lo musical, el desafío de abrir el festival lo tuvo la banda Simpático Cabrón con un repertorio cortito y al pie para que el inicio sea bien rockero. Un rato más tarde el folclore se hizo presente en el escenario Oeste con la arremetida de Los Tabaleros y sus grandes clásicos.
Pasadas las 18, los platenses Cruzando el Charco, dijeron presentes en el escenario Este con toda su impronta cancionera. Luego del show, Francisco Lago y Nahuel Piscitelli, cantante y guitarrista de la banda, charlaron en exclusiva con C5N: “Es la tercera vez que tocamos en Baradero pero esta fue la mejor. El plato fuerte de la jornada fue la gente, conectamos de una manera épica y al tocar en un horario que pasamos del día a la noche, todo fue más mágico”.
Con una sincronía muy organizada, bandas y solistas se alternaban en los dos escenarios principales y casi no había “bache” sin música. Emmanuel Horvilleur hizo cantar al público con sus clásicos y logró el clímax festivalero cuando fusionó “Abarajame” de Illia Kuryaki con “Más Macarena”. Y por supuesto no faltaron quienes hicieron el clásico pasito del hit de Gente de Zona.
Un ratito antes de las 20, el Mono de Kapanga hacía una entrada épica subiéndose a una de las torres del escenario, poniendo nervioso a más de un integrante de la seguridad del evento. La banda de Quilmes tiene en sus venas la esencia de los festivales y sabe cómo entretener al público. El Mono además dio una muestra de lo que será el gran festejo por los 25 años de su disco más importante en el Teatro Vorterix.
El Plan de la Mariposa y El Kuelgue mantuvieron al público en ese clima de rock festivo, mientras que Mateo Sujatovich de Conociendo Rusia hizo lo propio con sus mejores versiones y un sonido impecable. Cerca de las 23, y un poco antes de lo que estaba previsto en la grilla, la banda uruguaya No te va gustar, apareció en el escenario Este con “Más mejor”, una canción bien poguera que no dejó descansar al público.
En la mitad del show, Emiliano Brancciari hizo votar con el aplausómetro, entre dos canciones: “Clara” o “Memorias de Olvido”. Si bien la segunda fue la elegida, igualmente tocaron ambas. “Como empezamos antes, podemos hacer un tema más no?”, pregunto Brancciari a los organizadores del evento.
Más tarde, Coti salió a escena y demostró por qué está más vigente que nunca y adelantó un poco de lo que el público verá en el Art Media el próximo viernes 14 de abril junto a su banda Los Brillantes. De esta manera todo quedó listo para que cerca de la 01.30, comience la última banda para ponerle la frutilla al postre que fue el Día 1. Es así que El mató a un policía motorizado dijo presente en el escenario Este con un sonido excelente, aunque con poca visión en las primeras canciones, ya que las máquinas de humo fueron protagonistas en exceso.
De esta forma, el Rock en Baradero culminó su primera jornada y sentó un precedente para las próximas ediciones.
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